Bogotá Transporte Transporte de pasajeros

ACTUALIDAD: Seis dudas que rondan al metro elevado de Bogotá

Gerente del metro, Andrés Escobar, dice que no es cierto que estudios realizados se vayan a perder.   El anuncio del alcalde Enrique Peñalosa sobre el trazado definitivo de la primera línea del metro elevado para Bogotá comenzó a generar preguntas en torno a temas claves, como los estudios, las finanzas y la seguridad que […]

Gerente del metro, Andrés Escobar, dice que no es cierto que estudios realizados se vayan a perder.

 

El anuncio del alcalde Enrique Peñalosa sobre el trazado definitivo de la primera línea del metro elevado para Bogotá comenzó a generar preguntas en torno a temas claves, como los estudios, las finanzas y la seguridad que ofrecerá el sistema.

EL TIEMPO le formuló al gerente de la empresa Metro, Andrés Escobar, algunas de las inquietudes que están comenzando a formular los ciudadanos y los expertos en distintos temas.

Escobar negó que los estudios que se han realizado se vayan a perder y, por el contrario, aseguró que precisamente la abundancia de información detallada es lo que ahora permite tomar decisiones definitivas para la construcción de la obra. (Lea también: Conozca cuál será el recorrido que hará el metro elevado de Bogotá)

No desconoce que cuando comience la construcción, en el 2018, algunos recorridos de TransMilenio se afectarán por los frentes de trabajo, pero advirtió que uno de lo retos de la Administración es afrontar la ejecución de un viaducto por tramos parciales, lo que significaría que tendrían que haber desvíos de buses para intentar mitigar el impacto en el tráfico.

Escobar descartó que el metro reemplace a TransMilenio y aseguró que la palabra clave es ‘complementariedad’. Explicó que una de las metas de este gobierno es garantizar la construcción de troncales de buses que sirvan de alimentadoras de la obra.

¿Se arranca de cero?

Eso no es exacto ni justo, porque muchos ejercicios y estudios del pasado se han utilizado para poder llegar a unas conclusiones contundentes que den tranquilidad sobre que se está tomando el mejor camino para el metro. De no haber sido por los estudios de demanda, que permitieron entender cómo se mueve la ciudad, o por los geológicos, especialmente los que se hicieron en el corredor suroccidental, por el avance en el frente fiscal de haber reservado recursos tanto en la Nación como en el Distrito, no estaríamos acá. Todos esos estudios han servido, pero algunos tienen que ver con fases más adelantadas de diseño que no van a utilizarse a fondo pero tampoco puede decirse que se perdieron. (Además: ‘Con el metro vendrá una revolución urbana’: Enrique Peñalosa)

¿El metro reemplaza a TransMilenio?

La palabra es ‘complementación’. El metro es un sistema pesado que para que rinda sus frutos tiene que ser veloz, andar lleno de gente, parar pocas veces y en cada ocasión mover mucha gente arriba y abajo. Si no, termina siendo subutilizado y hay muchos casos en el mundo de metros que van vacíos y no cumplen con las expectativas.

En cambio TransMilenio tiene la posibilidad, como son buses, de detenerse mucho y de volver a arrancar, y no se afecta la movilidad de la gente. Pero sin duda, las obras del metro afectarán la movilización de TransMilenio, ese es un reto que actualmente la Administración debe afrontar. Debe pensarse en desvíos parciales de TransMilenio y generar el menor impacto en el tráfico.

¿Ahorro de $ 180.000 millones?

Precisamente, pudimos hacer una comparación de alternativas y se llegó a que un kilómetro de metro elevado hoy nos cuesta 128 millones de dólares, mientras que el otro sistema en pesos hoy, teniendo en cuenta la devaluación, podría estar cerca de los 190 millones de dólares. Nos ahorramos 60 millones de dólares en cada kilómetro, que son los 180.000 millones de pesos. (También: Las obras del metro elevado de Bogotá comienzan en el 2018)

Esas cuentas ya están claras porque es parte del estudio que hizo la constructora francesa Systra, que concluyó hace unas pocas semanas.

¿Es más seguro el metro elevado?

No solo es más seguro sino que genera mayor sensación de seguridad, que son dos cosas que no siempre van juntas. Imaginémonos una estación elevada con sus andenes de embarque y, al costado, unas ventanas o unas rejillas que se pueden ver desde afuera; e imaginemos eso con una estación en caverna en el subsuelo a 20 metros de profundidad, pensemos en el riesgo de llegar ahí una noche. La sensación es muy distinta. La sola opacidad, la falta de ojos sobre el sitio genera inseguridad.

¿Se pierde lo que hizo la administración pasada?

No es cierto. Los estudios que ellos hicieron los estamos usando, y las conclusiones contundentes, que ahora hemos logrado en relación con tantas alternativas que hay, se deben y son posibles gracias a que tenemos un buen nivel de información.

¿La plata no va a alcanzar para el metro?

Tenemos que remitirnos a las palabras del ministro de Hacienda. Él tomó las decisiones oportunamente de reservar los cupos de vigencias futuras, muchas anualidades, 30 años de reservas para este proyecto.

A través de las instancias formales, oficiales, es que se hace este tipo de decisiones, y como lo decía gráficamente el Presidente, el cheque está guardado. Está el dinero disponible para este gasto, están las cuentas fiscales.

 

Fuente: EL TIEMPO

Fotografía: Archivo particular

Ver articulo original