Canal de Panamá: Estados Unidos y Asia dominan el paso clave del comercio global
El Canal de Panamá continúa consolidándose como una arteria vital del comercio marítimo mundial, articulando rutas estratégicas que conectan continentes, dinamizan economías y sostienen el flujo de bienes esenciales. Según datos recientes, Estados Unidos se mantiene como el principal usuario de esta vía interoceánica, seguido de potencias asiáticas como China, Japón y Corea del Sur.
El país norteamericano concentra cerca del 75% del tráfico de carga que transita por el canal, lo que lo convierte en el mayor beneficiario de esta infraestructura estratégica. Las rutas entre la costa este de Estados Unidos y Asia, especialmente con el Lejano Oriente, representan el eje central del intercambio comercial a través de esta vía.
En segundo lugar figura China, que aporta un 21.4% del flujo de carga. Este dato refleja el papel cada vez más protagónico del gigante asiático en las cadenas logísticas globales, utilizando el canal principalmente para movilizar materias primas y productos manufacturados hacia América Latina y Norteamérica.
Japón ocupa la tercera posición, con un 14.6% del tránsito, mientras que Corea del Sur y Chile completan el top cinco, con un 9.4% y 8.3% respectivamente. En el caso de Chile, se destaca como el mayor usuario sudamericano del canal, impulsado por el comercio de alimentos, minerales y productos del mar.
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Otros países latinoamericanos como México, Colombia, Perú y Ecuador también registran una presencia significativa, lo que subraya la importancia regional del canal como motor del comercio intrarregional y plataforma de conexión con mercados globales.
Actualmente, el tráfico marítimo por el Canal de Panamá se concentra en dos rutas principales: la que conecta la costa este de Estados Unidos con Asia, y la que une Europa con la costa oeste de América del Norte. Ambas rutas son fundamentales para el transporte de bienes de consumo, combustibles y productos agrícolas.
Pese a desafíos recientes, como la variabilidad climática que ha afectado los niveles de agua en el canal y las tensiones geopolíticas que alteran las rutas comerciales, esta vía mantiene su relevancia estratégica frente a alternativas como el Canal de Suez o las rutas por el sur de Sudamérica.
Más allá de su función como corredor de tránsito, el Canal de Panamá representa un engranaje clave en la eficiencia de las cadenas logísticas globales. Su operación contribuye a reducir costos, acortar tiempos de entrega y fortalecer la competitividad de los países usuarios en el comercio internacional.
Fuente: 360