Más de 2.000 firmas colombianas les han apostado a los TLC
Unas 2.081 empresas y más de 850 productos, de los cuales el 97,3 por cientos no pertenecen al sector mineroenergético, forman parte hoy de la nueva oferta exportable que Colombia ha logrado construir en los últimos años, al amparo de los beneficios que ofrecen los tratados de libre comercio (TLC).
Solo ese grupo de nuevos exportadores, entre los que se cuentan firmas como Pacific Fruits, Soluciones Innovadoras de Ingeniería, Flores Catleya y Clariant Plastics & Coatings (Colombia), le vendieron al mundo unos 128,1 millones de dólares en los tres años que llevan exportando por primera vez, según un reciente informe del Ministerio de Comercio Industria y Turismo, donde destaca que esas ventas estuvieron representadas en 57,2 millones de kilos de productos.
Países como Estados Unidos, España, Bélgica, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Costa Rica, Ecuador, Cuba, México, El Salvador, Guatemala, Honduras, Canadá y Corea, entre otros, se cuentan como los principales receptores de esa remozada oferta exportable colombiana.
“El periodo en el que las nuevas empresas decidieron lanzarse a exportar coincide con el aumento de la participación de las exportaciones no mineroenergéticas en el total de la oferta exportable”, señala el documento oficial.
Un hecho que se soporta en las cifras indica que, mientras en el 2013 los productos no mineroenergéticos representaron el 27,8 por ciento del total de las ventas colombianas al exterior, entre enero y noviembre del año pasado esa participación alcanzó el 45,9 por ciento.
Otro aspecto que se resalta en el documento es que, al igual que la novedad en las empresas que están exportando a diversos mercados, también existen nuevos productos que buscan aprovechar las condiciones que brindan los acuerdos comerciales.
Así las cosas, y tomando como referencia los años en los cuales se consolidaron más convenios comerciales, o sea, desde el 2011, en los últimos cinco años más de 850 nuevos productos nacionales están llegando a distintos mercados internacionales. De ese nuevo portafolio exportable, el 97,3 por ciento son artículos que no pertenecen al sector mineroenergético.
Por ejemplo, hoy en día Colombia también le vende al mundo proyectores de luz para espacios públicos, pañales para bebés, licores de anís, partes para carretillas, camiones grúas, componentes para refrigeradores y surtidores para gas combustible vehicular.
Pero la oferta no para allí. En el catálogo de nuevas exportaciones hay caballos reproductores de raza pura, ollas de presión de aluminio, helicópteros de peso en vacío inferior o igual a 2.000 kilogramos, huevos de gallina fecundados por incubación, endulzantes a base de estevia, jugo de maracuyá sin fermentar y sin adición de alcohol, entre otros.
La novedad también corre por cuenta de las regiones exportadoras, indica el Ministerio, pues los productos en mención salieron desde Bogotá y Cundinamarca (440), el Eje Cafetero (209), el Caribe (109), el Pacífico (59), Centro oriente (33) y del macizo colombiano (3), al tiempo que las ventas externas de esos bienes sumaron 2.215 millones de dólares entre enero y octubre del 2016.
La totalidad de esas ventas fueron a países como Estados Unidos, Canadá, Corea, Japón, Unión Europea, Suiza, Noruega, Holanda, Puerto Rico, Chile, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Perú, Hong Kong, México, el Triángulo Norte y China, entre otros.
María Claudia Lacouture, ministra de Comercio, sostiene que “en cinco años, logramos pasar de 9 países con acuerdo comercial a 47. Lo primero que han traído los acuerdos es confianza; lo segundo, una relación comercial de largo plazo con esos mercados, que establecen reglas de juego claras y les brindan a los empresarios beneficios, como importar bienes y materias primas que requieren para producir y que no tienen, con cero arancel”.
Agrega la funcionaria que esos productos empiezan a tomar dinamismo, pero los resultados económicos no se verán en el corto plazo, sino más bien a mediano plazo, en la medida en que la capacidad productora de los empresarios va creciendo, así como su experiencia para vender al mundo.
Mayor oportunidad
Gracias a las ventajas que un buen número de empresas han visto en los TLC, hoy en muchos países del mundo circulan bienes de fabricación nacional que no solo impulsan las exportaciones, sino que también ayudan a esa diversificación que tanto clama Colombia.
Entre esos ejemplos de compañías que analizaron a fondo los acuerdos comerciales y les están sacando el mejor provecho está TrueShapers, que exporta textiles especializados a mercados como el de Estados Unidos, la Alianza del Pacífico, Honduras e India.
José Santos, presidente de TrueShapers, señala que por la experiencia que tienen en el desarrollo de negocios en el sector textil- confección conocen los acuerdos comerciales vigentes y por eso tratan de aterrizar sus estrategias con base en tener toda su cadena de abastecimiento amarrada a materias primas.
Esto con el fin de lograr beneficios en los que su producto entre sin tener que pagar ningún tipo de tributo en el territorio americano o mexicano, y en el resto de mercados a los que llegan.
“Hemos estudiado a fondo en qué consiste cada uno de esos tratados y, según su normativa, buscamos la posibilidad de utilizar los insumos que nos permitan tener productos que cumplan claramente con los acuerdos firmados para que el producto llegue a un precio mucho más competitivo al mercado al que estamos exportando”, explicó Santos.
Y agregó que los TLC tienen mecanismos muy interesantes que aún se desconocen, como el de acumulación, que consiste en que si el insumo de un producto no existe en el país de origen ni en el de destino, se puede adquirir esa materia prima en un tercero con el que también haya un acuerdo vigente, lo transforma acá y luego se exporta.
Plásticos Santander también vio en los TLC una oportunidad, más que una amenaza, para ampliar su mercado y ahora vende al exterior piezas para aviones en Estados Unidos.
Esta empresa exporta componentes plásticos técnicos para aplicaciones industriales –piezas plásticas que manejan altos requerimientos–, como aviación, tecnología, automatización en procesamiento de alimentos o vehículos terrestres con funciones especializadas, a mercados de Estados Unidos, Holanda y Ecuador.
“De la mano de Procolombia y de Innpulsa se pueden desarrollar más rápido las capacidades para aprovechar los tratados comerciales, aunque requiere de una cultura de pensamiento a largo plazo y otra enfocada en el valor agregado más que en el precio, y sí nos ha abierto puertas en otros países para que las negociaciones sean competitivas”, señaló Juan Giménez, director de proyectos en Plásticos Santander.
Fuente: El Tiempo
Imagen: Archivo El Tiempo