Medidas inconsultas marcan la ruta de la frontera colombo venezolana
Improvisación, es la palabra que más repiten los habitantes de la frontera, cuando de calificar al Gobierno nacional se refiere. En los últimos meses han anunciado una serie de medidas que no llegaron a concretarse
Una serie de medidas inconsultas han marcado la pauta en la zona fronteriza desde el eventual cierre del 19 agosto de 2015 hasta la fecha. El Gobierno venezolano ha tomado decisiones que han generado reacciones negativas del otro lado de la línea limítrofe, sin llegar a concretarse.
La reapertura del paso de vehículos de carga pesada por el puente internacional Simón Bolívar para la importación de mercancías; el tránsito vehicular para el transporte público por los puentes de San Antonio y Ureña, exclusivamente para las unidades de TransTáchira; y más recientemente la venta de combustible en pesos en las estaciones de servicio del municipio Pedro María Ureña y Paraguachón, forman parte de esta lista.
CERO VENTA. Con las máquinas gasolineras programadas para empezar a cuantificar los litros en moneda colombiana (1.200 pesos por litro de gasolina y 1.000 pesos por litro de gasoil o Acpm) la medida no se concretó porque ningún vehículo proveniente de Colombia, cruzó el puente internacional Francisco de Paula Santander.
El país vecino impidió el paso vehicular a través de vallas sobrepuestas en la línea limítrofe con Venezuela, acción que según lo dado a conocer por Mauricio Franco, alcalde de San José de Cúcuta, responde al desconocimiento que poseía el gobierno colombiano de la operación binacional.
La venta de combustible desde Venezuela a los colombianos, hasta ahora no pasó de ser una notificación del presidente Nicolás Maduro, anuncio que hizo que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, suspendiera el cronograma de apertura gradual del paso vehicular por los puentes internacionales hasta nuevo aviso.
Colombia no está interesada en el tema de la gasolina, -dijo la canciller María Ángela Holguín-, ratificando los señalamientos de la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetroleo) en los cuales se pedía al gobierno neogranadino no abrir la frontera para la compra de gasolina venezolana y arreciar los controles de seguridad para contrarrestar la venta ilegal de la misma en las calles de Cúcuta.
La frontera sigue cerrada al paso vehicular y las estaciones de servicio La Laguna y la 95 de Pedro María Ureña, continúan desoladas.
PASO DE CARGA. El 20 de septiembre de 2016, Vielma Mora certificó junto a su homólogo de Norte de Santander que entre 9 y 12 de la noche, sería reabierto el paso a la carga pesada por el puente internacional Simón Bolívar para la importación de mercancías.
La acción fue abortada al existir un total desconocimiento de los procedimientos aduaneros a aplicar y la mercadería que sería transportada, según explicaron en ese momento representantes de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional.
No existía para la fecha anunciada por el gobernador del Táchira una autorización para el paso de mercancías de un país a otro, ni se había hecho la apertura de los sistemas informáticos para dar inicio al intercambio comercial binacional.
Hasta pasada la medianoche del 21 de septiembre, autoridades colombianas aguardaron al otro lado del puente Simón Bolívar para cumplir con los procedimientos correspondientes por parte del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria, -Seniat- y del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, -Saime-, pero del lado venezolano, nadie estuvo presente para realizar los controles pertinentes.
La incertidumbre acompañó el proceso por tres días más hasta concretarse el propósito la noche del viernes 23 de septiembre, en el que un número no preciso de vehículos de carga pesada reiniciaron el paso entre las 9 y 12 de la medianoche.
En la actualidad la acción se continúa ejecutando con una interrupción el pasado 13 de diciembre cuando el mandatario nacional decidió nuevamente cerrar el paso fronterizo con Colombia para contrarrestar las “mafias cambistas”, para reanudarse el tránsito una semana después, el 20 de diciembre.
TRANSPORTE PÙBLICO BINACIONAL. La medida que anunciaba que se permitiría el tránsito vehicular para el transporte público por los puentes de San Antonio y Ureña, exclusivamente a las unidades de Trans Táchira, puso en jaque a representantes de la Unión de Transporte de la Frontera, asociación que con una data de más de 70 años de servicio en la zona.
La controversial decisión del gobierno regional, pretendía hacerse de la ruta que desde San Antonio va a la localidad colombiana de Villa del Rosario y de allí hacer el trasbordo en otro bus hasta Cúcuta. Y por Ureña, hasta el corregimiento de Escobal, igualmente hasta la capital norte santandereana.
El Gobernador inconsultamente, -declaró en ese momento Celestino Moreno, representante de los transportistas- se toma atribuciones que no le corresponden porque en materia de transporte público binacional quienes contamos con toda la permisologÍa aprobada tanto por Colombia como por Venezuela para operar es la de la Unión de Transporte de la Frontera.
La acción denominada “usurpación de rutas” se empezaría a ejecutar a partir del 12 de octubre, día en que los trabajadores del volante en la frontera realizaron en protesta una marcha hasta las inmediaciones de la aduana principal de San Antonio, asegurando que no permitirían ser desplazados.
Al parecer la cancillería colombiana intervino para admitir que “los autobuses rojos” no podían pasar a Colombia porque no tenían la perisología que se exige. El Ministerio de Transporte del vecino país y cancillería han entregado un comunicado a Unión de Transporte Fronterizo en donde ratifican que al abrirse el paso vehicular binacional, serán ellos quienes ingresen a realizar el trasbordo de pasajeros a ese país.
Casas de cambio en frontera
En el limbo dijeron estar los representantes de las 17 casas de cambio que hacen vida en San Antonio del Táchira, luego de los anuncios del presidente Nicolás Maduro de agilizar los trámites respectivos para la apertura de los nuevos agentes cambiarios en la zona.
Los representantes de la Asociación de Casas de Cambio de la frontera, aseguran desconocer la existencia de una nueva normativa que los reglamente, quiénes serán los nuevos administradores de las casas de cambio y quién fijará el valor de la moneda nacional a pesar de las reuniones que han sostenido en la capital con representantes del gobierno nacional y regional.
Se mantienen en expectativa y no será hasta pasados unos 15 días (tiempo estimado por el gobierno) que se tenga un conocimiento más profundo sobre la medida que ni el Banco Central de Venezuela, -BCV-, ni la Superintendencia de Bancos –Sudeban- han avalado.
Fuente: El Diario de los Andes
Imagen: Archivo El Diario de los Andes













