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Extorsión y falta de seguridad en Buenaventura: La crisis que afecta al transporte marítimo

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Crédito Imagen: Radio Nacional de Colombia

En Buenaventura, el puerto más importante de Colombia, el transporte de carga y pasajeros por cabotaje sigue enfrentándose a una grave crisis debido a la extorsión y la inseguridad. La Asociación de Buques de Cabotaje (Atrasmaflupa) denuncia que, pese a las afirmaciones de las autoridades sobre una disminución en los delitos en altamar, la extorsión en los embarcaderos sigue siendo un problema crónico que afecta gravemente a comerciantes, pasajeros y tripulantes.

Javier Torres, presidente de Atrasmaflupa, manifestó que la situación en los embarcaderos es insostenible: “En los diferentes embarcaderos tenemos grandes dificultades con el tema de extorsión y robos, que han sido imposibles de controlar. Necesitamos urgentemente que el gobierno acelere la construcción del Embarcadero Regional de Cabotaje, que hace parte de los acuerdos firmados en 2017. Este embarcadero concentraría toda la flota en un solo lugar, permitiendo operaciones más seguras”.

La extorsión afecta a todos los involucrados en el transporte marítimo. Los comerciantes enfrentan la pérdida de su carga o deben pagar sumas de dinero para garantizar su paso. Los pasajeros son despojados de pertenencias, incluidas remesas, motores y plantas eléctricas. Los tripulantes también son víctimas, ya que les roban sus documentos y se les exige dinero para permitirles continuar con sus rutas.

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“Esta situación afecta la economía del Pacífico, que depende casi exclusivamente de este medio de transporte para movilizar su carga”, puntualizó Torres. La falta de seguridad no solo pone en riesgo a los trabajadores y usuarios, sino que también limita el desarrollo económico de la región.

En respuesta a las demandas del sector, la Gobernación del Valle del Cauca implementó un sistema de localización satelital para embarcaciones, con una inversión cercana a los 500 millones de pesos. Este dispositivo, equipado con GPS y un botón de pánico, permite monitorear las embarcaciones las 24 horas del día desde la torre de control de la Capitanía de Puerto y Guardacostas.

“El dispositivo no solo emite una alarma en caso de emergencia, sino que también ubica la embarcación en tiempo real. Esto nos permite actuar rápidamente ante cualquier eventualidad, ya sea un robo o un percance técnico”, explicó Torres. Además, la asociación contará con un sistema de seguimiento para identificar cualquier detención o cambio de ruta inesperado, mejorando la seguridad y la respuesta de la Fuerza Pública.

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Aunque estas medidas representan un avance, el sector insiste en la necesidad de construir el Embarcadero Regional de Cabotaje. Este proyecto, parte de los acuerdos de 2017, permitiría centralizar las operaciones en un lugar seguro y reduciría significativamente los riesgos asociados a la extorsión y los robos.

“La falta de avances en este proyecto refleja la falta de compromiso con una problemática que llevamos denunciando durante años. Es hora de que el gobierno priorice esta construcción y garantice la seguridad de quienes dependemos de este medio de transporte”, declaró Torres.

La región Pacífica es una de las más vulnerables del país, y el transporte marítimo es fundamental para su desarrollo económico y social. Sin embargo, la inseguridad y la falta de infraestructura adecuada limitan su potencial.

La situación en Buenaventura es un llamado de atención para el gobierno nacional y local. Es necesario un enfoque integral que no solo aborde la seguridad, sino que también garantice el cumplimiento de los acuerdos previamente establecidos. Sin estas acciones, el desarrollo económico de la región seguirá siendo un desafío insuperable.

Fuente: Caracol Radio