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Ola de hurtos azota la vía Risaralda-Chocó

La inseguridad en las carreteras colombianas sigue siendo una preocupación creciente, y la vía que conecta Risaralda con el departamento del Chocó no es la excepción. En menos de dos meses, se han registrado cuatro hurtos a vehículos de carga y encomiendas, todos bajo la misma modalidad: hombres armados que interceptan a los conductores y se llevan las mercancías.

El primer incidente ocurrió el 30 de noviembre de 2024, cuando un grupo de delincuentes armados asaltó un vehículo de encomiendas. El segundo robo se produjo el 26 de diciembre, afectando a un vehículo de otra empresa. A pesar de los esfuerzos, hasta la fecha, las autoridades no han logrado recuperar ninguno de los bienes robados en estos dos incidentes.

El tercer asalto se confirmó el 14 de enero, en el sector conocido como La Línea. Aquella madrugada, un camión turbo cargado con mercancía y enseres fue interceptado y robado por hombres armados con elementos cortopunzantes. Apenas dos días después, el 16 de enero, se registró un cuarto hurto en la misma zona, siguiendo el mismo modus operandi.

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El Teniente Coronel Jhon Frank Buitrago González, comandante operativo de seguridad ciudadana del Departamento de Policía Risaralda, ha indicado que un grupo especial de la policía ha sido desplegado para patrullar la zona y dar seguimiento a estos casos. Según Buitrago González, este grupo ya ha comenzado a obtener resultados. En menos de dos días, lograron recuperar un automóvil que había sido robado mediante modalidad de estafa en la ciudad de Cali, encontrándolo en la vía que conecta Pueblo Rico con Santa Cecilia.

Sin embargo, la recuperación de un solo vehículo estafado no es suficiente para calmar la preocupación de los transportadores y comerciantes que dependen de estas rutas para el envío seguro de sus productos. La falta de seguridad efectiva en esta vía crítica no solo afecta a las empresas de transporte y sus empleados, sino también a la economía regional, dado que el aumento en los robos puede traducirse en mayores costos de operación y en el encarecimiento de bienes para los consumidores finales.

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La pregunta que muchos se hacen es ¿hasta cuándo se permitirá esta ola de violencia y qué medidas tomarán las autoridades para prevenir futuros incidentes? La respuesta podría estar en un patrullaje más constante, el establecimiento de puntos de control en las zonas más vulnerables, y una colaboración más estrecha entre las fuerzas de seguridad y las empresas de transporte. Hasta que esto ocurra, los conductores seguirán enfrentándose al temor constante de ser las próximas víctimas.

Fuente: Caracol Radio