En Bogotá cada día se hacen más frecuentes las denuncias por redes sociales sobre taxistas que agreden a conductores de Uber y, además, les destrozan los vehículos con palos y piedras.
Según los registros de la línea de emergencia de Uber, en la noche del jueves, cuando ocurrió el ataque a uno de sus vehículos – en el que se transportaba Carmen Santos, hija del exvicepresidente Francisco Santos–, se recibieron 12 reportes de incidentes más en la ciudad.
Según Hugo Acero, experto en seguridad ciudadana, los ataques en contra de conductores de Uber “se están convirtiendo en una especie de ‘paramilitarismo amarillo’, y quienes están ejerciendo la justicia a mano propia son delincuentes que deben ser identificados por las autoridades”.
Además, aseguró que “los taxistas no son autoridad para hacer retenes ni mucho menos para pedir documentos a los conductores, como lo están haciendo. Es inaudito que hasta estén anunciando bloques de búsqueda y no pase nada”.
Videos de ‘operativos’
A través de videos que se han compartido en redes sociales, aparentemente algunos taxistas invitan a los demás conductores de vehículos amarillos a unirse a las ‘brigadas de cacería’ contra conductores de la plataforma Uber.
“Buenas noches, soy Álex. En la noche de hoy, 5 de febrero, organizamos cinco grupos para cazar a Uber X. Este (en el video se señala un vehículo) es uno de los primeros que hemos cogido. Hay otros cinco grupos en la (calle) 85, también cazando Uber X. En ningún momento los señores han sido agredidos ni física ni verbalmente. Estamos esperando a la Policía de Tránsito para que cumpla con su deber”, se evidencia en uno de los videos.
De acuerdo con Adriana Garzón, gerente de Uber Colombia, en lo corrido del año se han reportado más de 50 agresiones contra los conductores de esa compañía. El modus operandi de los taxistas es cerrarles el paso a los vehículos; sin embargo, algunos de estos encuentros han terminado en agresiones, dijo.
“También hemos registrado casos en los que los taxistas están buscando a los carros de Uber X (vehículos particulares) y los confunden con los de personas comunes y corrientes, que no trabajan con la plataforma”, explicó Garzón.
Legalidad, en el limbo
Para solucionar el problema, en noviembre del año pasado, el Gobierno Nacional anunció la expedición de un decreto que reglamentaría el servicio de taxis de lujo.
Natalia Abello, ministra de Transporte, indicó que una de las condiciones para que estas empresas (como Uber) sean habilitadas es que se acojan a una serie de requisitos, la mayoría, relacionados con el tipo de vehículo permitido para poder prestar el servicio.
Pero numerosos expertos en movilidad, como Eduardo Behrentz, opinan que el problema está en “que el Gobierno Nacional no solucionó nada con el decreto del año pasado, pues reglamentó el servicio de transporte de lujo, pero no tocó el tema de Uber”.
Así mismo, Behrentz dijo que “Uber en este momento no está reglamentado y eso trae problemas, porque los taxistas sienten que no tienen las mismas condiciones, lo que ha generado líos”.
EL TIEMPO conoció que el problema ha llegado a tal punto, que un grupo del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) está asignado para patrullar, en motos, los puntos identificados como problemáticos por las riñas entre conductores de Uber y taxistas.
Además, que en la noche del viernes se realizaron controles en la calle 85 con carrera 15 en los que inmovilizaron nueve vehículos blancos porque estaban prestando el servicio de transporte sin las planillas de viaje ocasional.
No obstante, los controles no solo se enfocarán en los carros blancos y otros de Uber, sino que también van dirigidos a los taxistas. Esto, con el fin de identificar a los conductores que adulteran sus taxímetros y que cobran de más.
A toda esta situación se suma el hecho de que la Policía de Tránsito de Bogotá, encargada de realizar los controles en este tema, solo cuenta con unos 1.500 uniformados, 17.000 menos que la Policía Metropolitana. Y, claramente, está desbordada.
Bloques de búsqueda
Entre tanto, el líder de un grupo de taxistas, Hugo Ospina, a quien expertos y analistas le han pedido que haga un llamado a la calma, para evitar todo episodio de violencia, reconoció que ellos sí realizan operativos de búsqueda de vehículos particulares que prestan servicio público, pero sin agresiones.
Señaló, por ejemplo, que en diciembre realizaron uno grande en centros comerciales y que reportaron esa actividad a los gerentes de esos establecimientos y lograron, según su versión, que los particulares fueran expulsados porque se trata de algo ilegal.
Sobre los actos violentos que se han presentado contra conductores que utilizan la plataforma de Uber, como el que se registró el jueves en la noche con un carro donde viajaba la hija de Francisco Santos, el líder gremial afirmó que rechaza “cualquier tipo de agresión, violencia en contra de cualquier ciudadano, llámese como se llame, tal como se lo manifesté a los compañeros en la última reunión donde les envié el mensaje de que quien haya participado en desmanes o agresiones se va”.
Ospina dijo que por los 40 o 50 sujetos involucrados en la agresión del jueves no se puede salpicar al gremio, que es el sustento de más de 1’300.000 personas.
Agregó que sí van a seguir con el bloque de búsqueda de vehículos ilegales, pero para reportarlos. “Con contundencia, pero sin violencia”, destacó.
Finalmente, indicó que hace falta convocar una asamblea general de taxistas donde uno solo sea el vocero del gremio.
Fuente: EE
Fotografía: GHETTO UBER DRIVER
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