En Bogotá 6 de cada 10 pasajeros están subiéndose ahora a un articulado de TransMilenio, un alimentador o un bus azul del Sistema Integrado de Transporte (SITP) para dirigirse a sus destinos. Pese a las fallas que presentan.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el trimestre abril-junio de este año se movilizaron por la troncal y demás servicios del sistema 268 millones 618 mil pasajeros, 28,7 por ciento más que en igual periodo del 2013, cuando se transportaron 208 millones 728 mil.
En cambio, en el sistema tradicional del transporte público (buses, busetas y colectivos) se redujo en un 21,4 por ciento los pasajeros movilizados, al bajar de 239,8 millones reportados entre abril y junio del año pasado, a 188,6 millones en igual periodo del presente año.
¿Por qué más gente está subiéndose al sistema? Según un estudio hecho por la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad Manuela Beltrán, con 6.077 usuarios, son varios los motivos: un 33,3 por ciento de encuestados dijo que no tenía otra opción de transporte; un 20,1 por ciento lo hace por la rapidez con la que se circula en la ciudad; un 15,7 por ciento, por su accesibilidad; un 10,8 por ciento accede al servicio cuando su auto tiene pico y placa; el 6 por ciento lo busca para escapar de los trancones y un 3,7 por ciento, porque considera que es un transporte económico.
El universo de los viajeros del sistema se divide, principalmente, entre los empleados (68,3 por ciento), estudiantes (22,3 por ciento) y quienes van a hacer diligencias, compras, negocios o se dirigen a algún lugar de entretenimiento o recreación (9,1 por ciento).
El estudio ‘Caracterización de usuarios del SITP en Bogotá’, hecho por la citada universidad entre septiembre y octubre pasados, también estableció que los tiempos de viaje son en promedio de una hora y, en algunos casos, menos.
En cuanto a los horarios del servicio, las opiniones se dividieron: un 47,2 por ciento de consultados los consideró adecuados y el 49,1 por ciento, lo contrario.
Las fallas del sistema
Uno de los aspectos que más preocupa a los usuarios es la inseguridad. Un 72,5 por ciento de entrevistados respondió que las zonas aledañas a paraderos, estaciones y portales del sistema no son seguras.
En cuanto a los robos dentro de los buses, un 45,9 por ciento de entrevistados manifestó que han presenciado, al menos una vez, un hecho delictivo en el sistema, mientras que otro 38,2 por ciento manifestó que había sido víctima del saqueo en el articulado o el bus.
Las frecuencias, que han causado varias protestas de los pasajeros, son para la mayor parte de los usuarios (74 por ciento) inadecuadas.
Para poder acceder a los buses, la tercera parte de los entrevistados contestó que les tocaba esperar el segundo vehículo, otro 20,2 por ciento logra subirse después del tercer articulado o del cuarto.
En cuanto a la información sobre la operación, tres años después de haberse puesto en marcha el SITP, para la mitad (52,08) de los usuarios encuestados esta sigue siendo insuficiente. Las rutas (55,31 por ciento) tampoco las comprenden, porque la información no es clara. Y aunque en paraderos o estaciones hay información, un 44,7 por ciento respondió que esta “no funciona”.
Fuente: El Tiempo
Fotografía: Wikipedia
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