Mientras la empresa concesionaria Devimed habilitó el fin de semana paso por una calzada en la autopista Medellín-Bogotá tras la tragedia, el miércoles pasado en sitio El Cabuyal, cerca del túnel, los camioneros expresaron la difícil situación que vivieron y las millonarias pérdidas que tuvieron que asumir.
Orlando Ramírez, director ejecutivo nacional de la Asociación de transportadores de carga, ATC, se lamentó porque lo primero que hicieron las autoridades fue buscarle solución a los vehículos particulares mientras que a los camioneros los pusieron a esperar o los sometieron a largos y tortuosos recorridos por otras vías que no tienen condiciones para garantizarle la seguridad de los tractocamiones.
“El cierre afectó a muchas personas y varios gremios, pero nosotros fuimos los más golpeados, porque ninguna autoridad, ni municipal, departamental o nacional, tiene consideración con este gremio porque para ellos es muy fácil interrumpirle el tránsito a estos vehículos en cualquier lugar hora, pero no piensan que el camionero viene cansado después de un largo viaje y también quiere llegar a entregar la carga e irse para su casa”.
Agregó que el sábado abrieron la vía, “pero nos están cerrando en otros sitios para evitar la congestión, entonces para nosotros se ha extendido el drama”, criticó el dirigente gremial.
Se lamentó que los camiones fueron desviados por vías como la de Cisneros, que no tiene las características físicas adecuadas para el tránsito de tractomulas en especial en el paso por el alto de La Quiebra, en Santiago y el paso por el mismo municipio de Cisneros.
Dijo que por la vía a Bogotá circula al día mínimo 2.500 tractomulas y con esta vuelta por Cisneros, o por la vía Bogotá-Manizales-Medellín, el sobrecosto que tienen que asumir el dueño del carro y el conductor, porque el operador de carga no lo reconoce, es de $1.500.000.
Por su parte, Fabio Rueda, de Servicio al Cliente de la Empresa Arauca dijo que como los buses interdepartamentales fueron desviados por la vía a Las Palmas, solo vieron incrementado el tiempo del recorrido en, más o menos, media hora a Bogotá.
Indicó que por el excelente estado de esta vía no tuvieron mayores contratiempos en los días en que estuvo cerrada la autopista.
De otro lado, la empresa contratista encargada de la operación de la vía troncal, Devimed, informó que fue restablecido el paso por el carril de descenso en contraflujo y estaban a la espera de indicaciones de expertos para determinar en qué horario podrá quedar abierta. Advirtió que en el sitio continúa el movimiento de tierra y no se permite el paso de bicicletas.
Detalló que hasta ayer domingo habían movido en 115 volquetas, a depósitos en Copacabana, Guarne y El Santuario, 16.500 metros cúbicos del material que invadió las cuatro calzadas.
Sigue la angustia
En una carpa, aislados de los periodistas, continúan los familiares de las víctimas que faltan por rescatar.
El taxista Jorge Eliécer Suárez, hermano de Diego Alberto Suárez Montoya, expresó que este no tenía hijos y vivía con su papá en el barrio Andalucía, nororiente de Medellín.
“Era constructor y llevaba 8 años como contratista en la mina, donde había hecho varios tanques, baños, escalas de acceso a la parte de explotación y otros trabajos”, contó.
Manifestó que nunca les expresó que le diera temor trabajar en esta cantera y el día de la tragedia realizaba unos trabajos con unos ayudantes que había contratado.
Calculó que aún no lo encuentra y el viernes hallaron a uno de sus ayudantes, un muchacho del barrio Popular que estaba muy contento, porque era su primer día de labores.
El gobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez, visitó ayer el sitio del deslizamiento y reiteró que quedan cerradas hasta nueva orden las canteras que tienen influencia en la autopista Medellín-Bogotá entre el kilómetro 2 al 18. Además dijo que esperaba la pronta reapertura de la calzada de ascenso de la vía.
Fuente: elcolombiano.com
Imagen: RED INFO-VIAL