En un país donde las mascotas se han ganado un lugar privilegiado en el seno familiar, sus travesías de viaje se vuelven cada vez más comunes. Sin embargo, detrás de estas experiencias hay una realidad preocupante: la falta de condiciones óptimas para su transporte seguro en aerolíneas y servicios terrestres.
Juan Perdomo, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, destacó que aunque los viajes con animales se han popularizado en los últimos años en Colombia, la regulación en este aspecto aún deja mucho que desear en cuanto a la protección de las mascotas. Los relatos desgarradores de dueños como María Fernanda Echeverry y Leidy Yulieth Restrepo, quienes perdieron a sus mascotas Homero y París respectivamente, ponen de manifiesto la cruda realidad que enfrentan muchos animales durante los trayectos de transporte. La falta de adecuadas condiciones en la bodega de aviones o en los vehículos terrestres puede desencadenar tragedias como golpes de calor, asfixia o estrés extremo. “El maltrato animal no es un fenómeno aislado”, agregó Perdomo.
Durante el 2020, solo en Bogotá se reportaron alrededor de 3.700 casos de agresiones y abusos a animales. Si bien existe una legislación que regula el transporte de mascotas en Colombia, representada por la Ley 1774 de 2016, la efectividad de estas normativas es cuestionable. A pesar de contemplar sanciones para quienes cometan delitos contra la vida e integridad de los animales, su aplicación parece ser insuficiente para garantizar un transporte seguro y digno.
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La médica veterinaria Clara Marcela Mejía Yepes, de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA), señaló que uno de los principales desafíos radica en la falta de adaptación de los animales a las condiciones del transporte. El estrés, la claustrofobia y la falta de ventilación adecuada son solo algunos de los factores que pueden poner en riesgo la salud y bienestar de las mascotas durante el viaje. Para Mejía, es fundamental concienciar sobre la importancia de proporcionar un ambiente cómodo y seguro a los animales durante sus desplazamientos. Además, destacó la necesidad de considerar alternativas como el uso de analgésicos para reducir el estrés en casos necesarios, siempre bajo supervisión veterinaria.
En el ámbito internacional, existen regulaciones más estrictas en países como España, donde se recomienda limitar los viajes largos para reducir el estrés en los animales. Sin embargo, en Colombia aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar estándares similares que garanticen el bienestar de las mascotas durante sus travesías.
Ante esta realidad, surge la interrogante: ¿Cuándo se tomarán medidas efectivas para asegurar un transporte seguro y digno para nuestras mascotas? La respuesta queda en manos de autoridades, empresas de transporte y la sociedad en general, quienes tienen el deber de proteger a estos seres indefensos que forman parte de nuestras familias. Es crucial que se implementen y hagan cumplir regulaciones que aseguren que nuestras mascotas viajen en condiciones adecuadas, evitando tragedias y mejorando su calidad de vida durante sus viajes.
Es hora de que las autoridades y las empresas de transporte actúen con responsabilidad y compromiso, garantizando que los animales reciban el trato que merecen. La protección y el bienestar de nuestras mascotas no deberían ser una opción, sino una obligación ineludible.
Fuente: AgroNegocios
