Continúan los desbalances en el comercio internacional
Conforme a la teoría clásica del comercio exterior, cuando una moneda se aprecia –tal y como fue la situación economía de Colombia de 2003 a aproximadamente 2014- la tendencia se refleja en cuatro resultados: (i) disminución de las exportaciones, las que se tornan menos competitivas; (ii) aumento de las importaciones, al posibilitarse un dólar barato; (iii) aumento del desempleo; y (iv) números negativos en la balanza comercial. Esto último, arrastrando a la cuenta corriente de la balanza de pagos.
A partir de 2014, la situación cambiaria del peso colombiano, ha entrado en un nuevo período, marcado por la depreciación de la moneda. A partir de estas condiciones se esperaría un repunte de las exportaciones, toda vez que las mismas se hacen más competitivas. Se esperaría también que las importaciones se contrajeran, mejorando con ello no sólo los números en la balanza comercial, sino también los niveles de empleo productivo y de mejoras en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
Este último escenario no obstante, no ha ocurrido. Uno de los problemas principales para esto, es que la estructura de importaciones implica bienes necesarios para exportar, en cifras cercanas a un 40 por ciento. Debido a ello la competitividad del país se limita en ser favorecida por la devaluación.
De allí que el déficit en la balanza comercial para el cierre de 2017 se pueda estimar en 9,170 millones de dólares (mdd). Las exportaciones estarían llegando a 35,700 mdd, y las importaciones a 44,900 mdd.
Si se considera el déficit de la cuenta corriente –que incluye pero no se limita a la balanza comercial- el déficit estaría llegando para el próximo diciembre a – 11,400 mdd. Este monto constituye un 3.6 por ciento en negativo del producto interno bruto. Esta situación presiona la cuenta de capitales y de allí que se ha venido elevando la deuda externa del país,
misma que está llegando para mediados de 2017 a 124,000 mdd.
También se han afectado las cuentas del gobierno. Tómese en consideración que en los pasados 14 años el aumento debido al ingreso de exportaciones se sostuvo en función de la factura de los productos que se exportaban más en un quantum de los mismos. Hubo aumento de las cantidades exportables, pero los precios internacionales fueron un factor con mayor impacto en los buenos números de la balanza comercial de 2003 a 2014.
La caída del precio del petróleo, ahora rondando los 50 dólares por barril, luego de haber estado en más de 100 dólares, forzó al gobierno a establecer una reforma tributaria con urgencia, misma que ha contraído la demanda interna, y con ello el comercio del mercado colombiano.
De nuevo se requiere de una política de Estado en función de promover exportaciones de mayor valor agregado. Para ello el papel de lo público, de las instituciones es algo imprescindible. Dejar todas estas cosas al mercado es dejar que Colombia sea, como hasta ahora ha sido, un país que exporta bienes baratos, con gran elasticidad de oferta, e importa bienes cada vez más caros que tienen mayor valor agregado y mayores componentes tecnológicos.
Fuente: Portafolio
Imagen: Archivo Portafolio
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