Las calles de Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta y Girón, son fiel reflejo de lo que muestran las cifras sobre ocupación laboral de su población, conforme a las cuales en el sector informal está más del 56% de las personas que hay en edad activa, segmento que debe luchar, desordenadamente y a dentelladas, para ganar el sustento. Y nuestras vías son algo semejante, un sitio que es escenario diario de una anárquica confrontación de autos, taxis, motocicletas, bicicletas, buses y vehículos pesados. Movilizarse por ellas implica exponer permanentemente la integridad física.
El número de motocicletas y bicicletas como medios de transporte ha crecido significativamente en los últimos años por causas tales como la necesidad de las personas de bajar costos de transporte, reducir el tiempo de traslado de un sitio a otro, la poca eficacia operacional y baja calidad del servicio que prestan Metrolínea y el transporte público urbano.
Las motocicletas y las bicicletas son hoy protagonistas de primer orden del caos de movilidad en las calles de Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta y, desafortunadamente, las autoridades de Tránsito de tales municipios se han quedado atrás en la toma de decisiones atinadas sobre tan importante asunto y se han dedicado más, con pocos medios, a tratar de enfrentar deficientemente la situación, que a ir adelante del problema y darle inteligente y oportuna salida.
Sobre cosas muy importantes para que la vida en comunidad sea grata hay pocas cifras en nuestra región. ¿Cuáles son los estratos que más usan la motocicleta como medio de transporte? ¿Cuáles son los corredores viales por los que más se desplazan? ¿Qué tan largos son los recorridos que hacen? ¿Personas de qué edades son las que más usan la motocicleta como medio para desplazarse?
Llegó la hora de tomar medidas tales como: o bien a las motocicletas y bicicletas se les asignan en las vías vehiculares carriles exclusivos para su circulación, o determinadas calles y carreras (por lo menos en los sectores más congestionados de los cascos urbanos) se destinan para el desplazamiento de ellas.
La toma de medidas tales como las propuestas u otras semejantes son prioritarias y si ello no ocurre, el problema llegará a proporciones inenarrables y el daño económico que se causará a la ciudad incalculable.
Fuente: Vanguardia.com
Fotografía: Wikipedia
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