No somos lo que hacemos ni lo que pensamos, tan sólo somos la huella que dejamos.
La sostenibilidad depende de todos, la logística verde explora formas de conseguir un mejor equilibrio entre el crecimiento económico y el impacto ecológico de las actividades logísticas.
De acuerdo con la Dra. Brundtland, Sostenibilidad es “nuestro futuro común” cuyo resumen significa: “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras”, y teniendo como base del desarrollo sostenible tres pilares fundamentales: la economía, el medioambiente y la comunidad donde operamos, con nuestra cadena de suministro.
Logística verde es la transformación integral de la estrategia de la cadena de suministro y sus operaciones logísticas, así como de las estructuras, procesos y sistemas que permiten a las empresas crear procesos medioambientales racionales con un uso eficaz de los recursos. Esta transformación es posible llevarla a cabo si logramos un equilibrio entre la eficiencia económica y la eficiencia ecológica de la empresa, creando en este caso, valor para todos los grupos de interés.
En la combinación de ambos conceptos, conseguimos una logística verde, que es aquella logística aliada con el medio ambiente para evolucionar en el tiempo y alcanzar los parámetros acordados en las distintas agencias, especialmente en la hoja de ruta fijada para el transporte en el periodo 2030-2050.
Según los expertos de la Agencia Internacional de la Energía, que nos alertan de las emisiones, las operaciones de transporte y logísticas son responsables del 10% de las emisiones globales de CO2 y que previsiblemente aumentarán debido principalmente, entre otros parámetros, al auge del comercio electrónico.
De aquí la importancia y la urgencia para que el sector del transporte y la logística y las distintas cadenas de suministro apuesten decididamente por una distribución y su entrega de mercancías más inteligente, tecnológica e innovadora para lograr el equilibro entre el crecimiento económico y la protección del medioambiente (recursos naturales y su entorno).
Esta apuesta por la innovación y la tecnología empuja a las cadenas de suministro a invertir más: en buscar la eficiencia de las rutas de transporte, en la movilidad sostenible de la distribución urbana de mercancía y en las buenas prácticas dentro del sector del transporte y la logística para reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero (GEI).
Afortunadamente el sector tiene cada vez más alternativas para lograr el equilibrio buscado, desde los sistemas de propulsión de vehículos alternativos (gas natural licuado – GNL, hidrogeno verde, vehículos híbridos o eléctricos), hasta las infraestructuras verdes y la logística inversa, sin olvidar la innovación en nuevos envases y embalajes.
La logística es el elemento clave en la mejora de la sostenibilidad de las empresas y sus ecosistemas, dado que es un proceso dentro de la cadena de suministro que facilita las oportunidades para contribuir al logro del equilibrio medioambiental y económico.
Si nos fijamos en la cadena de suministro extendida, formada por: proveedores > fabricantes > operadores logísticos y de transporte > clientes > consumidores, podemos identificar áreas sencillas de mejora continua donde ya podemos actuar para transformar las operaciones logísticas en una logística más verde y sostenible.
Fuente: T21
Imagen: The Logistic World
