En un giro que refleja la presión social y las demandas ciudadanas, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) ha decidido suspender temporalmente el cobro en el peaje de Turbaco para las categorías I y II. Esta decisión, fruto de múltiples protestas que sacudieron la región la última semana, ofrece un respiro de 30 días a los habitantes locales mientras se busca una solución más definitiva.
Las recientes manifestaciones destacaron el impacto económico que el peaje estaba teniendo en las comunidades cercanas. José Luis Guillén González, líder estatal de AMOTAC, comentó sobre la situación: “Las constantes protestas finalmente han llevado a que la ANI escuche nuestras demandas. Aunque la suspensión es solo por un mes, es un paso hacia la búsqueda de soluciones más sostenibles.”
El Ministerio de Transporte publicó el 26 de mayo un proyecto de resolución que oficializa la suspensión del cobro. Este documento subraya la necesidad de medidas para mitigar el impacto socioeconómico en la población vulnerable de la zona. “Las comunidades cercanas a la estación del peaje de Turbaco enfrentan condiciones persistentes de vulnerabilidad socioeconómica que justifican la suspensión del cobro,” señala el documento.
La suspensión del cobro en el peaje de Turbaco representa una pérdida proyectada de aproximadamente $3.007 millones mensuales. Además, el proyecto del Corredor de Carga Cartagena-Barranquilla, que depende del recaudo de varios peajes, enfrenta pérdidas adicionales debido a la falta de actualización de tarifas y la imposibilidad de construir un nuevo peaje en Arroyo de Piedra. En total, la ANI debe compensar alrededor de $8.711 millones.
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Para cubrir estas pérdidas, se utilizarán recursos de las subcuentas de Depósito Especial y Excedentes, que a finales de abril de 2024 contaban con $49.694 millones no comprometidos. Esto asegura que la concesión Autopistas del Caribe reciba la compensación adecuada por el menor recaudo durante el período de suspensión.
La concesión Autopistas del Caribe aceptó la medida, aunque enfatizó la necesidad de mantener operativa la estación de peaje. “El concesionario no se opone a la medida temporal de la ANI, pero reitera la obligación de garantizar el funcionamiento y el recaudo de la estación de peaje conforme a lo pactado,” indicaron en un comunicado.
Si bien la suspensión temporal del cobro en el peaje de Turbaco es un alivio para los residentes locales, no puede considerarse una solución a largo plazo. La realidad es que las infraestructuras de transporte requieren financiación sostenida, y la solución debe equilibrar las necesidades de la comunidad con los requisitos financieros del proyecto del Corredor de Carga Cartagena-Barranquilla.
El gobierno debe trabajar en estrecha colaboración con las comunidades afectadas y las concesiones para encontrar soluciones equitativas que no solo mitiguen el impacto económico, sino que también aseguren la viabilidad y el mantenimiento de las infraestructuras críticas. La suspensión es solo el primer paso; ahora se necesita una estrategia integral que ofrezca soluciones duraderas y sostenibles.
La suspensión del cobro en el peaje de Turbaco demuestra el poder de la protesta ciudadana y la capacidad del gobierno para responder a las necesidades urgentes de la comunidad. Sin embargo, queda claro que se requiere una solución a largo plazo que balancee las demandas locales con la necesidad de mantener y mejorar las infraestructuras de transporte. La próxima fase debe centrarse en el diálogo y la cooperación para lograr un futuro más equitativo y eficiente para todos los involucrados.
Fuente: El Universal