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El plan retorno a Bogotá: Un viaje obstaculizado por protestas en La Mesa

El plan retorno a Bogotá
Crédito Imagen: UnSplash

Este lunes festivo, 1.º de julio, el Plan Retorno a Bogotá se ha visto gravemente afectado en el sector de La Mesa, Cundinamarca. Lo que debería haber sido un regreso tranquilo a la capital se ha convertido en una pesadilla para los conductores debido a una masiva congestión vehicular provocada por una protesta en la vía.

Desde temprano en la mañana, habitantes del municipio, equipados con pitos, pancartas y banderas de Colombia, y vistiendo camisetas blancas, se han congregado junto a la autopista cerca de la plaza de mercado. La manifestación, liderada por comerciantes locales, es una muestra de rechazo hacia las zonas de estacionamiento reguladas (ZER), un proyecto que busca gestionar los espacios de parqueo público.

Los manifestantes, que aseguran mantenerse en paro indefinido hasta que se revoque el contrato de las ZER, argumentan que esta medida, firmada por el exalcalde Humberto Segura Barragán, tendrá efectos devastadores para la economía local. “Este proyecto afecta a todos”, sostienen, alegando que la implementación de las ZER resultará en desempleo, cierres de locales comerciales y un aumento en los índices de pobreza y desigualdad.

Según los comerciantes, cambiar las condiciones de parqueo en espacios públicos no solo obstaculiza el acceso a sus negocios, sino que también podría disuadir a los clientes de visitar la zona, llevando a una reducción drástica en las ventas. “No estamos en contra de la regulación de parqueos”, dicen, “pero las ZER no son la solución a la movilidad porque las vías van a seguir ocupadas”.

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Uno de los puntos más controvertidos de la protesta es la falta de socialización del proyecto por parte de la administración anterior. Los manifestantes critican que las ZER no fueron discutidas adecuadamente con todos los gremios afectados, y expresan preocupaciones sobre la transparencia y el manejo del proceso contractual. “No tenemos claro cómo administrarán los recursos”, afirman, cuestionando la legitimidad y la equidad del proyecto.

Desde el 23 de noviembre del año pasado, la comunidad ha estado alzando su voz en contra de las ZER, con la esperanza de que sus preocupaciones sean escuchadas y atendidas.

Leidy Rodríguez, secretaria de Gobierno y supervisora del contrato, ha intentado calmar las aguas asegurando que desde su llegada han mantenido una comunicación constante sobre el desarrollo de las ZER. “Estamos trabajando para que nuestras actuaciones sean en derecho y blindar a nuestro municipio de consecuencias que pongan en riesgo el patrimonio de los Mesunos”, ha declarado.

Sin embargo, estas garantías no han sido suficientes para apaciguar la indignación de los habitantes de La Mesa, quienes continúan exigiendo la revocación del contrato y una reevaluación completa del proyecto.

La congestión causada por la protesta ha tenido un impacto significativo en el Plan Retorno a Bogotá. Miles de viajeros, que esperaban un regreso sin contratiempos, se han encontrado atrapados en largas filas de vehículos, enfrentando demoras que han convertido su viaje en un calvario.

La situación en La Mesa es un reflejo de la complejidad de equilibrar las necesidades de desarrollo urbano y las preocupaciones de las comunidades locales. Mientras las autoridades buscan soluciones para mejorar la movilidad y el orden en el estacionamiento, es esencial que se aborden de manera inclusiva y transparente las preocupaciones legítimas de los ciudadanos.

El desafío de gestionar el retorno a Bogotá durante días festivos subraya la necesidad de una planificación urbana que tenga en cuenta las voces de todos los actores involucrados. La protesta en La Mesa no solo ha puesto en relieve los problemas inherentes a la implementación de las ZER, sino que también ha mostrado la importancia de una comunicación efectiva y la necesidad de soluciones que realmente beneficien a la comunidad sin perjudicar la economía local.

En medio de esta situación, los conductores y viajeros se ven obligados a adaptarse y buscar alternativas, mientras esperan que se encuentre una solución que permita un retorno más fluido y menos conflictivo a la capital.

Fuente: Red+