El 2 de julio, Camioneros de nariño, liderado por la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC), tomó una acción decisiva al bloquear la vía hacia el puente internacional de Rumichaca, en la frontera con Ecuador. Esta medida, inicialmente anunciada como un plantón pacífico, ha escalado en respuesta a lo que los transportadores perciben como un incumplimiento del Gobierno Nacional y una falta de garantías para su labor diaria.
Andrés Charfuelán, presidente de la ACC, expresó que la raíz de las protestas radica en la falta de cumplimiento de los acuerdos por parte del Gobierno y la ausencia de condiciones adecuadas para el ejercicio de su trabajo. A través de su cuenta de X, la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar) detalló varios de los puntos clave de la agenda de las protestas en el sur del país.
Uno de los principales motivos de descontento es el anunciado incremento del ACPM (diésel). Aunque este aumento aún no ha sido implementado, su mera posibilidad ha generado una gran preocupación entre los transportadores. “En parte es verdad que no se ha incrementado el precio del ACPM, sin embargo, el ministro de Hacienda anunció a los medios de comunicación que están pensando en realizar dos incrementos en lo que resta del año”, afirmó Charfuelán.
Además del potencial incremento del ACPM, los transportadores están preocupados por la construcción de un nuevo peaje en las inmediaciones del municipio El Contadero. Según el gremio, este peaje representará un golpe significativo a la economía de Nariño, una región que aún lucha por recuperarse de la crisis generada por la pandemia y la emergencia vial en Rosas, Cauca, debido a un gigantesco deslizamiento de tierra que afectó severamente la vía Panamericana.
También le puede interesar: La encrucijada del Diésel: Transportistas y gobierno en una lucha sin fin
“Este nuevo cobro será un golpe a la economía del departamento de Nariño, la cual aún no se repone de la crisis generada por la pandemia y la emergencia vial en Rosas-Cauca”, señaló el comunicado del gremio. Esta situación se ve agravada por la inseguridad en las vías, con muchos transportadores reportando robos y actos terroristas en Cauca y varias zonas de Nariño.
La inseguridad es una preocupación constante para los camioneros de Nariño. “En materia de inseguridad, es una realidad que nos ha golpeado a todos los sectores económicos. En el caso de nuestro sector, los hurtos a los vehículos de carga son continuos en el Cauca, así como los actos terroristas en este departamento que generan zozobra en nuestro sector”, afirmó Charfuelán.
Esta situación de inseguridad ha llevado a los transportadores a exigir garantías de seguridad en las vías. Muchos han sido víctimas de robos y temen por los constantes actos de violencia en la región. La falta de seguridad no solo pone en riesgo la integridad de los conductores, sino que también afecta la eficiencia del transporte de mercancías y, por ende, la economía regional.
A pesar de las tensiones, el gremio de camioneros sigue a la espera de llegar a un acuerdo con el Gobierno departamental y nacional. Hasta ahora, se han llevado a cabo varias mesas de negociación, pero sin resultados concretos. “Previamente ‘concertadas’ con UNIDOS (Cámara Intergremial de Transporte conformada por 9 gremios de transporte de carga, pasajeros y volquetas), con quienes alcanzamos avanzar en 9 mesas, pero que actualmente están suspendidas”, explicó Charfuelán.
El gremio espera que el Gobierno tome medidas concretas para abordar sus preocupaciones y ofrecer soluciones viables. Mientras tanto, las protestas y bloqueos continúan, afectando no solo a los transportadores, sino también a la economía local y a los ciudadanos que dependen del transporte de mercancías.
La situación de los camioneros en Nariño es un reflejo de los desafíos más amplios que enfrenta el sector del transporte en Colombia. La falta de cumplimiento de los acuerdos por parte del Gobierno, la inseguridad en las vías y las preocupaciones económicas son problemas que requieren una atención urgente y soluciones integrales.
El anunciado incremento del ACPM y la construcción de nuevos peajes son medidas que, aunque pueden tener una justificación económica, deben ser implementadas con un enfoque sensible a las necesidades y realidades del sector del transporte. Los camioneros desempeñan un papel crucial en la economía del país, y sus preocupaciones no pueden ser ignoradas.
Es esencial que el Gobierno Nacional y Departamental adopten un enfoque proactivo y colaborativo para abordar estas preocupaciones. Esto incluye no solo cumplir con los acuerdos previamente establecidos, sino también trabajar estrechamente con los gremios de transportadores para desarrollar soluciones sostenibles y de largo plazo.
La implementación de medidas de seguridad efectivas en las vías es una necesidad urgente. Esto podría incluir un aumento de la presencia policial y la implementación de tecnologías avanzadas de vigilancia y monitoreo. Además, es crucial que el Gobierno trabaje para mejorar la infraestructura vial y ofrecer condiciones de trabajo más seguras y justas para los transportadores.
Las protestas y bloqueos de los camioneros en Nariño son un llamado de atención a la necesidad de un diálogo efectivo y soluciones concretas. El transporte es la columna vertebral de la economía, y garantizar su funcionamiento eficiente y seguro debe ser una prioridad para el Gobierno y todos los actores involucrados.
Mientras las negociaciones continúan, es fundamental que se aborden las preocupaciones legítimas de los transportadores y se implementen medidas que no solo beneficien a este sector, sino también a la economía en general y a los ciudadanos que dependen de un sistema de transporte robusto y confiable.
Fuente: RCN Noticias