Sólo en el 2022 el aporte del biodiésel y el bioetanol en la demanda nacional de biocombustibles fue de 20 mil barriles diarios, producidos 100% en Colombia, cuyas materias primas son cultivadas por las manos de las comunidades energéticas.
El transporte marítimo se considera como uno de los actores principales que impactan directamente al cambio climático. De acuerdo con la Organización Marítima Internacional (OMI), este sector genera el 2,5 % de las emisiones mundiales de CO2 . El uso de los biocombustibles representa una oportunidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del transporte marítimo, ya que los bios pueden lograr una reducción de hasta el 100% en el ciclo de vida de los GEI en comparación con el combustible marítimo (Marine Gas Oil – MGO), además de contar con una fácil integración de los motores utilizados actualmente, según la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA).
Y es que más del 90% del comercio mundial se realiza por mar a través de unos 90.000 buques. Al igual que otros modos de transporte que utilizan combustibles fósiles, los barcos emiten dióxido de carbono, uno de los principales actores del cambio climático y lo que causa la acidificación del mar, según reportes de ONG de conservación marina Oceana.
Así mismo, el estudio de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de 2018 de la OMI resaltó que las emisiones del transporte marítimo internacional aumentaron un 9,6% entre 2012 y 2018. Por ello, los biocombustibles representan una oportunidad para mitigar este impacto, ya que presentan la ventaja de ser compatibles con los buques sin necesidad de adaptaciones y además por su naturaleza fisicoquímica, al no contener hidrocarburos aromáticos ni compuestos azufrados, contribuyen a la reducción de las emisiones de carbono negro y/o material particulado.
De hecho, si el transporte naval del mundo fuese un país, sería el sexto emisor de gases con efecto invernadero. Y, aunque las emisiones de la industria naval no están reguladas, desde la industria de biocombustibles a nivel mundial, se avanza en alternativas de energía líquida renovable, según Cepsa, las mezclas de segunda generación pueden reducir hasta un 85% las emisiones de CO2 del transporte marítimo.
Para el 2030, la OMI tiene la estrategia de reducir la intensidad del carbono emitido en el transporte marítimo internacional en al menos un 40 %, comparado con los niveles de 2008; y seguir con este objetivo hasta el 2050 con la reducción de GEI hasta un 70 %.
Actualmente, existen tipos de biocombustibles como el biodiesel, el cual se obtiene a partir de aceites vegetales como el aceite de palma, que pueden ser utilizados en la navegación. Así mismo, otros biocombustibles que pueden utilizarse en el transporte marítimo es el bioetanol, el cual se obtiene del maíz o la caña de azúcar.
Colombia es un territorio con potencial para los biocombustibles, ya que además de su contribución a la mitigación de gases de efecto invernadero, si el país desarrolla una mayor capacidad instalada de biocombustibles, se lograría atraer inversiones cercanas a los mil millones de dólares en el país, manifestó Carolina Rojas, presidente ejecutiva de Fedebiocombustibles.
Así mismo, el aporte del biodiésel y el bioetanol en la demanda nacional de biocombustibles fue de 20 mil barriles diarios, en el 2022, producidos 100% en Colombia, cuyas materias primas son cultivadas por las manos de las comunidades energéticas y transformadas por científicos e ingenieros en biocombustibles, caracterizados por su alta sostenibilidad.
Por ello, el uso de biocombustibles colombianos para el transporte marítimo es una forma inmediata de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático.
Fuente: Conexión Putumayo
Imagen: IndustriAmbiente