Después de 13 años, la Ruta del Sol se encuentra incompleta y plagada de peligrosos huecos, evidenciando el abandono de una obra clave para el desarrollo del país.
La Ruta del Sol, una de las principales arterias viales que conecta el centro y el norte de Colombia, se encuentra sumida en un estado de abandono y deterioro preocupante después de 13 años de su construcción. Lo que en algún momento se prometió como un proyecto de desarrollo y progreso se ha convertido en una cicatriz en la infraestructura del país.
Los problemas comenzaron desde los primeros años de construcción, cuando escándalos de corrupción y denuncias de malversación de fondos empañaron el proceso. Grandes constructoras y funcionarios del gobierno se vieron involucrados en prácticas fraudulentas, lo que llevó a investigaciones legales y a la paralización de varios tramos de la carretera. El resultado: una ruta inconclusa que se ha convertido en un recordatorio constante de la impunidad y la falta de responsabilidad en la administración pública.
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Hoy en día, los conductores que se aventuran a transitar por la Ruta del Sol se enfrentan a un peligro latente. La vía se encuentra llena de huecos que ponen en riesgo la integridad de los vehículos y de quienes los ocupan. Los huecos, algunos de ellos de dimensiones alarmantes, han sido el resultado del abandono y la falta de mantenimiento adecuado. Los automovilistas deben sortearlos con habilidad para evitar accidentes, pero muchos no tienen más opción que atravesarlos, poniendo en peligro sus vidas y sus vehículos.
Además de los riesgos para la seguridad vial, la falta de terminación de la Ruta del Sol ha tenido un impacto económico negativo en la región. El transporte de carga se ha visto afectado por la falta de una vía expedita y segura, lo que ha encarecido los costos logísticos y ha dificultado el crecimiento de las empresas. Asimismo, las comunidades que se encuentran a lo largo de esta vía han sido privadas de oportunidades de desarrollo y conexión con el resto del país, perpetuando la desigualdad y el aislamiento.
Es urgente que las autoridades tomen acción y prioricen la finalización y el mantenimiento de la Ruta del Sol. El abandono de una infraestructura tan importante es un reflejo de la falta de planificación a largo plazo y de la falta de compromiso con el desarrollo del país. Se requiere una inversión significativa, pero los beneficios a largo plazo serán incalculables en términos de conectividad, desarrollo económico y seguridad vial.