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COMERCIO INTERNACIONAL: En medio de polémica por el acero, el TLC cumple su sexto año

En medio de polémica por el acero, el TLC cumple su sexto añoEl tratado contempla soluciones directas antes de denunciar incumplimientos.

Los seis años que cumplirá el tratado de libre comercio de Colombia y Estados Unidos el próximo 15 de mayo se presentan en medio de una fuerte polémica por los aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y de 10 por ciento a las de aluminio que impuso el gobierno Trump. Los empresarios locales consideran que Colombia debió haber sido eximida durante la revisión de la lista que hizo la Casa Blanca el pasado 30 de abril, lo que a fin de cuentas no ocurrió, y se debe esperar hasta el 1.° de junio, cuando habrá una segunda y última.

Nos tocará, primero, tratar de ser excluidos de esa norma; si esto no ocurre, analizar qué efectos tiene sobre el TLC, y si los tiene, mirar si nos metemos en una resolución de controversia o la denuncia del TLC”, dijo en marzo a EL TIEMPO el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, quien viene reclamando una postura más fuerte y directa del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo contra la medida.

Sin embargo, esta semana moderó la posición y no habló de denunciar el TLC bajo las cláusulas establecidas, sino de usar mecanismos de resolución de disputas porque estima que se afectan empleo y estabilidad de hogares en Colombia. Por ello pidió llamar a una instancia llamada Comisión Administradora, conformada en el TLC por los ministros de Comercio, María Lorena Gutiérrez, y su equivalente norteamericano, el representante comercial, Wilbur Ross.

Aunque para la ministra Gutiérrez, “la decisión final sobre Colombia no ha sido tomada aún”, el jefe de la Asociación Nacional de Exportadores (Analdex), Javier Díaz Molina, afirmó: “Si bien nosotros somos muy pequeños en esta pelea de grandes, la verdadera amenaza para la industria nacional está por el lado del TLC. “Se abre la posibilidad de que lleguen productos a bajo precio, afectando el mercado nacional. El reclamo de Colombia es más en cuestión de principios. Nuestro país tiene en vigencia un acuerdo de libre comercio con EE. UU., y este no lo está respetando”. Por su parte, Felipe Pardo Rocha, consultor de la firma Financial Lab, dice que podría llevar a nuevos aranceles, tanto por parte de EE. UU. como de otros países que afecten otros productos colombianos en los mercados internacionales.

Posibles salidas

¿Pero qué mecanismos tiene Colombia frente a EE. UU. más allá del reclamo formal y la petición de ser eximida de los aranceles? El capítulo 21 del TLC dice que las partes tratarán en todo momento, mediante esfuerzos de cooperación, consultas y otros medios, de alcanzar una solución satisfactoria de cualquier asunto que pudiera afectar su funcionamiento. Igualmente, da la opción de elegir el foro donde se pueden resolver disputas comerciales, siempre y cuando los países sean integrantes de este. Se menciona la Organización Mundial del Comercio (OMC) como una de ellos. El TLC también contempla que si a los 75 días no hay un acuerdo, mediante consultas se puede recurrir a una comisión de técnicos que podrá citar a expertos externos y conciliadores. Y si no logran ponerse de acuerdo, pueden ir a otras instancias como un panel arbitral con 3 expertos en abogacía y derecho comercial. Y si ese panel determina que hay una de ellas fue afectada, podrá fijar una contribución monetaria que no puede ser más de 15 millones de dólares anuales a favor del afectado.

No valdría la pena

Martín Gustavo Ibarra, una de las autoridades en TLC y presidente de Araújo Ibarra & Asociados, señala que sería grave recurrir a la denuncia del tratado porque 59 millones de dólares ni quitan ni ponen. “Es como sacrificar un mundo para pulir un verso”, acota.

Además, EE. UU. es casi el comprador de una tercera parte de las exportaciones colombianas

En su opinión, la afectación por los aranceles al acero y el aluminio en Colombia es irrelevante frente a ventas a exportaciones anuales a EE. UU. por 10.500 millones de dólares. “Además, EE. UU. es casi el comprador de una tercera parte de las exportaciones colombianas”, dice.

El experto agrega que no tiene ningún interés de presionar o calibrar a Colombia con los aranceles. “Es un problema de seguridad nacional, pues si su industria siderúrgica no está utilizada al 85 por ciento, no es rentable y pone en riesgo la fabricación de armas, cañones, aviones, entre otros”. En su opinión, es un momento de acercarse y no alejarse porque EE. UU. tiene 20 TLC firmados, y de estos, por tamaño de población, el de Colombia es el segundo más grande después del de México. El consultor añade que, por tanto, el problema no es jurídico sino político y que, como otros con EE. UU., se puede resolver por el diálogo directo. “EE. UU. no tiene un problema grave de déficit comercial con Colombia ni nosotros con ellos como para denunciar incumplimiento del tratado”, dice. En su concepto, Colombia es un socio muy importante del país norteamericano, con el que, claro, tiene diferencias por incumplimientos, pero son de lado y lado. “EL TLC no ha sido desventajoso para Colombia, sino que no lo ha sabido aprovechar porque la costa Caribe está más cerca de EE. UU. que muchos puertos mexicanos”, asegura. El directivo considera que no es ni siquiera un problema de infraestructura, sino el establecimiento de empresas exportadoras en zonas geográficas cercanas al mercado más grande del mundo. “Mientras que México les exporta 3.000 dólares anuales per cápita, Colombia solo 200; y están en las mismas condiciones. Incluso, el TLC con Colombia es uno de los más modernos por los aspectos que contempla”, concluye Ibarra.

Con diplomacia

Entre tanto, la directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), María Claudia Lacouture, afirmó que la seguridad nacional está contemplada en el TLC de los dos países. Por ello pide se convenza a EE. UU. de que Colombia no la afecta. “No se puede llamar incumplimiento aquello que se ha negociado dentro de los acuerdos. Si bien Colombia es un país amigo que no genera ninguna amenaza, los caminos para trabajar son los de la diplomacia comercial”, dice.

Fuente: El Tiempo Imagen: Archivo El Tiempo Ver artículo original]]>