La Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar) ha lanzado una alerta sobre los efectos negativos que la nueva regulación del Sena podría tener en el sector del transporte de carga. Esta normativa incrementa la cuota de aprendices, lo que, según Colfecar, generará un impacto desfavorable en las empresas de transporte.
La nueva regulación establece que por cada 20 empleados, las empresas deben contratar un aprendiz del Sena. En diciembre de 2023, se actualizó el listado de oficios y ocupaciones, incluyendo cargos como conductores de vehículos livianos y pesados, mensajeros y repartidores. Esta medida aumenta considerablemente la cuota regulada de aprendices, lo que representa un desafío para el sector.
Nidia Hernández, presidenta ejecutiva de Colfecar, expresó su preocupación: “La medida afectará directamente a la estructura administrativa de las empresas del sector transporte porque si la nueva regulación de la cuota Sena considera cargos predominantes en el gremio generará un desbalance desproporcionado en la cuota regulada”. Según Hernández, el Sena no ofrece programas de formación adecuados para cubrir estas vacantes, ya que la mayoría de su oferta educativa se enfoca en áreas administrativas, dejando de lado las operativas.
El sector del transporte ya enfrenta una escasez significativa de conductores de vehículos tipo camión y tractocamión a nivel nacional. Esta situación, combinada con la alta rotación de personal, agrava aún más el problema. Hernández advierte que la inclusión de cargos operativos en la regulación sin contar con aprendices capacitados impactará negativamente en las áreas administrativas, que son minoritarias en las empresas del sector.
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Colfecar también señala que la nueva regulación podría obligar a las empresas a prescindir de personal contratado formalmente para cumplir con la cuota de aprendices. Además, los costos asociados a la adecuación de puestos de trabajo y la monetización de la cuota regulada afectarían las finanzas de las empresas, especialmente de las micro, pequeñas y medianas empresas que constituyen el 99.5% del sector y que ya están en “modo supervivencia” debido al estado de la economía.
El gremio resalta que los costos laborales han aumentado significativamente en los últimos años, con un incremento del salario mínimo del 48% entre 2022 y 2024, junto con la reducción de la jornada laboral y la incertidumbre generada por la reforma laboral en curso en el Congreso. Además, los volúmenes de carga transportada han disminuido debido a la recesión económica y el crecimiento negativo en sectores clave como la industria, el comercio, la minería y la construcción.
A esto se suman los incrementos en los costos de insumos, los cierres viales por derrumbes y avalanchas, y los más de 210 bloqueos en las vías nacionales entre enero y abril de este año. La situación se complica aún más por la creciente ola de inseguridad que limita los horarios de tránsito y aumenta los riesgos de secuestros, hurtos y extorsiones.
Desde Colfecar, se hace un llamado a la sensatez y se advierte que imponer nuevas obligaciones en medio de una economía frágil y con alta tasa de desempleo e informalidad solo añade más costos y dificultades a la generación de empleo formal. Hernández concluyó: “Las empresas del sector transporte de por sí ya están híperreguladas y cada nueva obligación que surge desde las diferentes entidades públicas lo único que genera son más sobrecostos que, sumados a los innumerables bloqueos, ola de inseguridad y bajos niveles de volúmenes de carga, están llevando al sector a una crisis sin precedentes”.
El gremio subraya que el Sena no cuenta con suficientes aprendices para cumplir con la actual regulación, y mucho menos con la nueva cuota impuesta, lo que hace inviable la medida tanto para el Sena como para el sector transporte de carga.
Fuente: ET
