‘La regulación aduanera no distingue entre fraude y error’, Bakalarz
La implementación de la regulación aduanera, junto con la frontera borrosa entre fraude y error, y los servicios informáticos electrónicos son los puntos sobre los cuales llamó la atención Ronald Bakalarz, presidente de la junta directiva de Analdex, en el marco del XXIX Congreso Nacional de Exportadores, que inició en Medellín.
Bakalarz le adelantó a este diario que esperan que “se expida un decreto que ajuste y precise temas que, no solo sigan facilitando el comercio exterior, sino también que le permitan a la autoridad aduanera desarrollar sus facultades de control, para garantizar una competencia leal y unas reglas claras de juego, pero a su vez, que se complementen con un régimen sancionatorio justo para que el temor de los empresarios en temas de equidad y justicia dé la tranquilidad de que la Dian, a pesar de ser juez y parte, será ecuánime al momento de sancionar.
Y que además nos dará todas las garantías a los operadores del comercio exterior de aplicar de manera objetiva y transparente esta regulación aduanera, y que con el decreto de ajuste se logre el equilibrio necesario”. Igualmente, el también presidente de Brahma, complementó que “esta petición, respetuosa por supuesto, recoge las necesidades formuladas por los empresarios del comercio exterior; el hecho de que la norma no distinga entre el error y el fraude; entre buenos y malos, y en especial entre quienes se equivocan en las actuaciones y pretenden remediarlas, está dejando a compañías y empresarios buenos en el camino, pues hoy, desafortunadamente, recibe el mismo castigo quien advierte un error y lo reconoce ante la Dian, y quien producto de una investigación lo detecta, actuando de manera fraudulenta”. Por otro lado, Bakalarz señaló que “en la implementación de la nueva regulación aduanera hemos tenido dificultades, su comprensión y puesta en marcha no nos ha sido favorable, y aunque las mesas convocadas por la Dian han permitido trabajar sobre los cuellos de botella y demás dificultades evidenciadas, a ellos les debemos nuestra gratitud, especialmente al director Santiago Rojas, quien ha demostrado la mejor buena voluntad para acercar las necesidades públicas y privadas”. En cuanto a la puesta en marcha de los servicios informáticos electrónicos aduaneros, que según él no cree que estén listos el próximo 8 de marzo de 2018, espera “los mejores resultados para tener una plataforma sencilla y que haga que lo complejo del comercio exterior se vuelva simple, con la ayuda de unos servicios informáticos estratégicos, en materia de facilitación al comercio, y que incluso se conviertan en un argumento de atracción de la inversión, porque en Colombia se pueden hacer operaciones de importación y exportación en 48 horas”. ZONAS DE POSCONFLICTO Analdex también fijó su posición sobre las Zomac (zonas más afectadas por el conflicto), al realizar cuatro propuestas en materia de comercio exterior para estas, al tener como antecedente la llamada Ley Páez (Ley 218 de 1995), que creó beneficios tributarios luego del sismo que afectó a municipios del Huila y Cauca en 1994. Primero, Bakalarz sugirió “un régimen especial de IVA para la importación de bienes de capital, que permita el descuento del total del impuesto pagado en la importación de este tipo de bienes no producidos en el país y que aportan en la adopción de nuevas tecnologías. Este beneficio crearía un diferencial con la deducción especial de IVA contenido en la Ley 1819 y generaría un verdadero incentivo para que las empresas se ubiquen en las Zomac”. En segundo lugar, “incentivos adicionales para las sociedades de comercialización internacional (CI), que compren bienes producidos en las Zomac. Las CI abren oportunidades de internacionalización para las pequeñas y medianas empresas. Para las firmas en las Zomac, las CI pueden ser sus mejores aliados, pero para eso es necesario generar incentivos que compensen las posibles dificultades logísticas y de infraestructura”, puntualizó. Tercero, según Bakalarz, estas zonas deberían tener una transición para convertirse en zonas francas para consolidar su desarrollo. Y por último, beneficios arancelarios para la importación de materias primas e insumos involucrados en los procesos productivos.
Fuente: Portafolio
Imagen: Archivo Portafolio
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