Miembros de las empresas de transporte pesado de la provincia del Carchi, ubicado en el norte de Ecuador, realizan un plantón en el Puente Internacional de Rumichaca, que une a este país con Colombia. Le medida inició a las 08:00 el 19 de julio del 2021, y se mantenía hasta el cierre de esta edición, a las 12:20.
Los choferes nacionales exigen que se les permita pasar con sus vehículos de Tulcán, en Ecuador, hasta Ipiales, en Colombia, para entregar las cargas del comercio internacional.
Desde marzo de 2020, cuando inició la emergencia sanitaria por el covid-19, se cerró oficialmente la frontera al tránsito de personas y automotores particulares, para evitar la expansión del nuevo virus. Sin embargo, la frontera colombo-ecuatoriano permaneció abierto para los camiones que movilizan mercaderías de comercio exterior.
Pero, para que los vehículos de placa ecuatoriana puedan ingresar a Colombia un chofer de esa nación debe tomar la posta, en Rumichaca, al conductor ecuatoriano. Lo mismo sucede con el transporte colombiano que ingresa a Ecuador. Esa medida fue establecida como uno de los protocolos de bioseguridad, para impedir la expansión del virus entre un país y otro.
Sin embargo, los choferes ecuatorianos exigen que se levante esa restricción. Aseguran que han ocurrido accidentes en Colombia que han afectado a sus unidades. Además, de la pérdida de mercadería.
Otro de los argumentos es que la mayoría de las 4 000 personas vinculadas al transporte pesado del Carchi, entre conductores, ayudantes, empleados administrativos y propietarios de vehículos, ya están vacunados contra el covid-19.
El gobernador del Carchi, Yaco Martínez, llegó hasta el límite internacional. Ahí explicó a los manifestantes que la decisión en torno a su demanda y una eventual apertura de la frontera es una decisión conjunta que deben tomar los gobiernos de Ecuador y Colombia.
En el lado colombiano también se apostaron conductores de esa nación, que laboran llevando los camiones ecuatorianos desde la frontera hasta las bodegas de Ipiales. Ellos consideran que si se acepta el pedido de sus colegas de Ecuador perderán su trabajo.
Fuente: El Comercio
Imagen: El Comercio
Add Comment