El pasado 12 de abril, el alcalde de Chía, Leonardo Donoso, sancionó el decreto 279, que restablece la restricción de carga pesada en el municipio y que entró en vigencia el 29 del mismo mes. A poco más de un mes de la implementación de esta medida, los resultados son alentadores, no solo en términos de calidad del aire, sino también en la fluidez del tráfico.
Según un informe de la Secretaría de Medio Ambiente en colaboración con la CAR Cundinamarca, las concentraciones de material particulado han mostrado una notable mejoría. Las mediciones realizadas indican que el Índice de Calidad del Aire (ICA) ha pasado de un registro de aceptable (amarillo) a bueno (verde). Este cambio positivo se ha visto reflejado en las horas de mayor emisión de material particulado, específicamente a las 8 de la mañana, las 12 del mediodía y las 4 de la tarde, coincidiendo con las horas de restricción vehicular.
La nueva clasificación del ICA a bueno se debe a que el promedio de material particulado en 30 días de mediciones es de 20 microgramos. El estudio también identificó que la principal fuente de contaminación son las emisiones de los vehículos con motores de ciclo diésel. Este hallazgo subraya la importancia de mantener y posiblemente expandir las restricciones para mejorar aún más la calidad del aire.
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Además del impacto ambiental, la restricción de carga pesada ha tenido efectos positivos en la movilidad del municipio. Los tiempos de desplazamiento en áreas críticas han disminuido drásticamente. Por ejemplo, el trayecto entre el límite de Chía y Cota en el sector del restaurante El Transportador y la intersección de la Variante con la avenida Pradilla, que solía tomar una hora y 35 minutos, ahora se realiza en tan solo 35 minutos. De manera similar, el ingreso a Chía desde el sector Colombia hasta el semáforo de la Variante ha pasado de 15 a 3.29 minutos.
La medida, que restringe la circulación de vehículos de carga pesada de lunes a sábado entre las 6:00 a.m. y las 8:00 p.m., y los domingos desde las 3:00 p.m. hasta las 8:00 p.m., demuestra el compromiso de la administración local con la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos. El éxito de esta política podría servir como modelo para otras regiones que enfrentan problemas similares de congestión y contaminación.
La decisión del alcalde Donoso no solo ha demostrado ser eficaz, sino también visionaria. La mejora en la calidad del aire y la reducción en los tiempos de desplazamiento resaltan la importancia de implementar políticas de movilidad sostenible y ambientalmente responsables. Este tipo de medidas son esenciales en la lucha contra la contaminación y para la creación de ciudades más habitables.
La restricción de carga pesada en Chía es un claro ejemplo de cómo una medida bien implementada puede tener múltiples beneficios para la comunidad. Desde la perspectiva de los ciudadanos, esta iniciativa ha traído aire fresco, literalmente, y una mayor eficiencia en su día a día. Es fundamental que otros municipios sigan este ejemplo y adapten sus políticas para enfrentar los retos ambientales y de movilidad que afectan a las ciudades modernas.
Fuente: El Espectador
