Copacabana, en el norte del Valle de Aburrá, se convirtió en el tercer municipio de la región en cerrar sus fronteras para el paso de vehículos. Jaqueline Zapata Cano, secretaria de Gobierno local, explicó que el cierre se decretó el pasado lunes y contempla el cierre total provisional de cuatro vías del municipio, y el cierre parcial de las vías Principal y Machado. “Solo pueden ingresar personas y vehículos que sean del municipio y estamos verificando la identidad con cédula. Quienes no puedan acreditar su residencia en Copacabana, deben traer autorización de salida del secretario de Gobierno o alcaldía de donde residen”, comentó la funcionaria. Este martes, hasta el medio día, cinco vehículos habían sido sancionados por la secretaría de Movilidad, y ocho personas habían recibido órdenes de comparendo por violar la medida de aislamiento preventivo obligatorio, reportó Zapata. Desde que empezó la cuarentena se han impuesto 708 comparendos. La funcionaria explicó que la decisión de restringir el ingreso de personas a su municipio obedece al aumento de casos de coronavirus en los últimos días. Hasta la fecha el municipio reporta seis contagiados, los últimos vinculados a la Plaza Minorista de Medellín. Otras nueve personas están en aislamiento y a la espera de resultado, y se han descartado 97 contagios a través de pruebas. En el municipio, además, funciona el pico y cédula y hay restricción en los horarios de comercio. Al igual que en Sabaneta, la Alcaldía de Envigado informó que desde el lunes 13 de abril comenzó a funcionar el plan fronteras, con el cual se intensifican los controles en los puntos de ingreso al municipio para evitar la llegada de ciudadanos de otras localidades en medio de la cuarentena por la covid-19. El mandatario local, Braulio Espinosa, manifestó que esto es necesario pues la gente no ha dimensionado la gravedad de la pandemia y, por ejemplo, en un puesto de control instalado en inmediaciones del centro comercial Viva, la fila de carros detenidos por las autoridades encajaba perfectamente con un día habitual, como si en la ciudad y el mundo no estuviera pasando nada. “Este plan es para proteger a nuestros ciudadanos (…) Muchas de las personas que paramos en los controles ni siquiera saben qué responder cuando les preguntamos por las razones que tienen para ingresar a Envigado”, expresó. El alcalde agregó que muestra de la magnitud del problema es que de los 27 casos de covid-19 reportados en la localidad, hasta la 1:30 p.m. de este martes, 23 se contagiaron en otros lugares o en el extranjero, lo cual representa cerca de un 85 % de los positivos. “Eso nos genera una alarma y nos lleva a tomar este tipo de medidas para evitar la propagación del virus entre nuestros ciudadanos”, aseveró Espinosa.
Según el mandatario, son más de 500 los vehículos que han sido devueltos desde los ingresos al municipio porque los conductores no tenían justificación para entrar a Envigado. Alejandro Betancur, secretario de Seguridad local, indicó que son siete los puestos de control que fueron instalados para reforzar la vigilancia y el cumplimiento del aislamiento obligatorio por el nuevo coronavirus: Transversal Intermedia, Avenida Las Vegas a la altura de Jumbo y de la Glorieta de Mayorca, Carrera 43A en el sector de La Frontera y en límites con Sabaneta, Loma de El Escobero y Calle 37 sur cerca al puente Simón Bolívar. En estos puntos, subrayó el funcionario, hay apoyo de Policía y Ejército, además de la presencia de las dependencias de Movilidad y Espacio Público. Finalmente, el alcalde Espinosa defendió la decisión de tener una medida como el pico y cédula con reglas diferentes al resto del Valle de Aburrá, pues en su opinión unificar la restricción facilita la libre movilidad en toda la región y dificulta el control. “No debe ser así, entre municipios solo se deben desplazar las personas que lo requieren, por una situación inaplazable”, dijo. Fuente: El Colombiano Imagen: Archivo El Colombiano Ver artículo original Volver a página de inicio]]>
