La Secretaría de Movilidad de Cali ha anunciado que se llevarán a cabo obras civiles en la bahía de descarga de pasajeros de la Terminal de Transporte. Estas intervenciones, que buscan mejorar la infraestructura y optimizar el servicio ofrecido en la terminal, conllevan un cierre total de la calzada de ingreso para vehículos particulares y taxis durante un periodo de dos meses. Esta medida, aunque necesaria, generará cambios temporales en el flujo vehicular que afectarán tanto a conductores como a usuarios.
Durante el cierre, la Secretaría de Movilidad ha aconsejado a los conductores de vehículos particulares y taxis que dejen a los pasajeros en la calle 30, en dirección norte de la ciudad. Para facilitar la operación y garantizar la seguridad de todos, estarán presentes agentes de tránsito y reguladores de tráfico en la zona. Las obras incluyen reparaciones y mejoras que permitirán una mejor gestión del tráfico y mayor comodidad para los usuarios una vez completadas.
Con el fin de minimizar las molestias durante el cierre, se ha implementado un plan de desvíos y recomendaciones. Los conductores deberán seguir las instrucciones y utilizar las rutas alternas designadas para evitar congestionamientos y garantizar un flujo vehicular más fluido.
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La Terminal de Cali, conocida como Mi Terminal Cali, tiene un papel crucial en la historia de la ciudad. Su origen se remonta a 1967, cuando se creó la sociedad anónima “Central de Transportes” con el objetivo de centralizar el despacho de vehículos de transporte intermunicipal de pasajeros y resolver el problema del transporte masivo en Cali. Tras varios años de planificación y construcción, el terminal fue inaugurado el 16 de marzo de 1974 por el entonces presidente de la república, Misael Pastrana Borrero, y comenzó a operar el 24 de julio del mismo año.
Reconocida como Bien Público de Interés Cultural y adoptada como patrimonio inmueble de la ciudad en el año 2000, la Terminal de Cali fue la primera de su tipo en Colombia y Sudamérica. Actualmente, es un punto de partida y llegada para aproximadamente 27,000 personas diarias, movilizando unos 3,000 vehículos.
La iniciativa de mejorar la infraestructura de la Terminal de Cali es, sin duda, un paso positivo hacia la modernización y optimización del transporte en la ciudad. Sin embargo, los inconvenientes temporales para conductores y usuarios no pueden ser subestimados. La clave estará en la eficacia con la que la Secretaría de Movilidad gestione el tráfico durante este periodo y en la cooperación de los ciudadanos para adaptarse a las nuevas rutas y recomendaciones.
Es fundamental que los trabajos se realicen dentro del plazo estipulado y con la calidad prometida para que los beneficios a largo plazo justifiquen las molestias a corto plazo. Las mejoras en la bahía de descarga prometen una terminal más eficiente y cómoda, pero durante los próximos dos meses, la paciencia y la comprensión serán esenciales para todos los involucrados.
Fuente: Diario Occidente