El crecimiento, según analistas, se verá apalancado en el consumo doméstico.
El crecimiento superaría el 7% en 2021, pero existen presiones bajistas y surge el reto de sostenerlo en 2022.
El rebote económico de Colombia para este año puede ubicarse en el rango de 5% a 8%, según las estimaciones recientemente lanzadas desde entidades multilaterales y centros de pensamiento (ver gráfico).
Aunque básicamente el crecimiento obedece a la baja base comparativa del año pasado, algunos analistas consideran que la actividad económica ya va superando los registros prepandemia.
La proyección más reciente fue lanzada por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), que vaticinó una expansión de 7,5% en el Producto Interno Bruto (PIB), mientras que la del Ministerio de Hacienda se mantiene en 6%.
El PIB es utilizado por los economistas para calcular la riqueza generada por un país durante un tiempo específico. Esto, principalmente, con base en la cantidad total de bienes y servicios producidos en un lapso determinado.
En 2020, los confinamientos obligatorios para evitar brotes descontrolados de la covid-19 interrumpieron toda la actividad económica y causaron una contracción de 6,8% del PIB frente al año anterior, llevando su valor a $1.002 billones.
Más allá del rebote
Con este preámbulo en mente, Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, enfatizó en que el vigor evidenciado este año en la actividad económica no solo es consecuencia de los débiles datos comparables a raíz de la caída ya mencionada en 2019.
A su juicio, el resurgimiento también corresponde a las inversiones por parte de las empresas para responder a la mayor demanda de productos y servicios en época de reactivación.
En ello coincidió Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, al indicar que, partir de junio de este año, “la recuperación se está consolidando y ya no solo es un rebote, sino una recuperación del crecimiento”.
“En junio, julio y agosto se evidencia que el nivel de producción ya puede estar por encima de niveles precovid, lo que hace pensar que se trata de una recuperación más robusta”, complementó.
De hecho, desde esta entidad financiera, calculan que la expansión del PIB puede acercarse al 8,2 %, impulsado por un buen consumo de los hogares, que seguiría estimulando la producción y podría derivar en más contrataciones.
De otro lado, hay una serie de escenarios que podrían presionar las perspectivas optimistas.
“Las amenazas hacia abajo tienen que ver con restricciones de movilidad que podrían presentarse por cuenta de la variante delta de la covid-19”, anotó Olarte.
Esta situación, de acuerdo con el especialista, podría desencadenar restricciones a la movilidad entre departamentos y el eventual retorno de protestas sociales, cuyo efecto iría atado a dificultades para el desplazamiento de mercancías y la llegada de trabajadores a sus respectivos puestos.
Adicionalmente, el experto señaló una eventual merma de las exportaciones; “sin embargo, ese es un riesgo que no tiene mucha probabilidad ya que en el exterior la actividad económica también se está recuperando”.
Crecimiento plano
Óscar Manco, director de mercados en la firma de asesoría financiera Trust Investment, coincide en que, frente a 2020, la recuperación económica de Colombia es significativa.
No obstante, en su análisis observa un desempeño casi estático si se hace un paralelo con respecto a 2019. “Cuando lo comparamos frente al ejercicio anterior a la pandemia, vemos un crecimiento del 0,8% o 0,10%” , detalló.
Y en medio del afán por restaurar el desempeño económico, Manco sostuvo que “se debe revisar como mantener un crecimiento significativo el próximo año, pero no a través del gasto público –que generaría más deuda al Estado– sino de los incentivos al sector privado”.
Fuente: El Colombiano
Imagen: El Colombiano
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