Con la temporada de vacaciones de mitad de año en pleno auge, la movilización de pasajeros aéreos ha alcanzado cifras récord. Sin embargo, un problema recurrente amenaza con empañar el entusiasmo de los viajeros: la sobreventa de vuelos. Este fenómeno, si bien no es nuevo en la industria, ha generado un creciente descontento entre los usuarios que se ven afectados cuando las aerolíneas venden más boletos de los que realmente pueden acomodar.
La Superintendencia de Transporte, en un intento por recordar y reafirmar los derechos de los pasajeros, ha dado a conocer cifras y directrices importantes. Desde 2023, la entidad ha intermediado en 4.963 ocasiones en 26 aeropuertos del país, demostrando un compromiso activo para proteger a los usuarios. Además, se han recibido 17.377 PQRD relacionadas con el sector aéreo, de las cuales 92 han sido específicamente sobre la sobreventa, representando un 0,5% del total.
También le puede interesar: ¿Persecución o justicia? Investigaciones de la SIC y el futuro del transporte en Colombia
Nancy Cristina Mesa, superintendente Delegada para la Protección de los Usuarios, destaca que la sobreventa ocurre cuando una aerolínea comercializa más asientos de los permitidos, una práctica utilizada para contrarrestar posibles cancelaciones. Aunque permitida por el Reglamento Aeronáutico de Colombia (RAC) en un 5% del vuelo, se establece claramente que las aerolíneas deben ser responsables ante las necesidades de los pasajeros afectados.
La regulación actual obliga a las aerolíneas a tomar medidas inmediatas en caso de sobreventa:
- Proporcionar un cupo en el siguiente vuelo disponible.
- Embarcar al pasajero en otra aerolínea lo más pronto posible, si el primer punto no es viable.
- Compensaciones económicas, incluyendo un 30% del valor del trayecto afectado, dependiendo de la duración de la espera. Si la demora es:
- Entre 1 y 3 horas, se debe proporcionar un refrigerio y una llamada telefónica.
- Entre 3 y 5 horas, además del refrigerio, se deben ofrecer alimentos.
- Más de 5 horas, se suma una compensación adicional del 30% del valor del tiquete.
Este marco regulatorio, aunque claro en sus disposiciones, ha sido objeto de críticas tanto por su implementación como por su efectividad real. La pregunta que surge es si estas medidas son suficientes para compensar las molestias y pérdidas que sufren los pasajeros.
En este contexto, se destaca un dato revelador: según la Aerocivil, la movilización de pasajeros vía aérea creció un 15,7% entre enero y abril de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior. Este incremento refleja una demanda creciente por servicios aéreos, pero también pone de manifiesto las fallas en la gestión de la sobreventa.
A medida que más colombianos eligen el transporte aéreo, las aerolíneas se enfrentan al reto de equilibrar la demanda con un servicio de calidad. La sobreventa, aunque permitida en un porcentaje, debe manejarse con cautela para evitar perjudicar a los clientes, quienes son, en última instancia, el motor de la industria.
La opinión pública se divide: mientras algunos consideran que estas medidas regulatorias son un paso adelante en la protección de los derechos de los pasajeros, otros ven la sobreventa como una práctica abusiva que pone en jaque la confianza en el transporte aéreo. ¿Qué tan efectivas son las regulaciones si los pasajeros aún experimentan largas esperas y compensaciones que no siempre cubren los inconvenientes sufridos?
En conclusión, el desafío radica en encontrar un balance entre las prácticas comerciales de las aerolíneas y el respeto por los derechos de los pasajeros. La sobreventa no debería ser un escudo para las aerolíneas, sino una oportunidad para demostrar un compromiso real con la calidad del servicio y la satisfacción del cliente. La Superintendencia de Transporte, al enfatizar estos derechos, nos recuerda que la voz del pasajero debe ser escuchada y respetada en cada aeropuerto del país.
La próxima vez que un pasajero enfrente una situación de sobreventa, no solo es importante conocer sus derechos, sino también exigir su cumplimiento. Solo así se podrá avanzar hacia un sistema de transporte aéreo más justo y equitativo para todos.
Fuente: Presidencia de la Republica