La reciente decisión del gobierno de Gustavo Petro sobre el incremento escalonado del precio del ACPM (diésel) ha generado una profunda indignación en el gremio de transportadores de carga de Colombia. Jorge Ignacio García González, presidente de la Confederación Colombiana de Transportadores, advirtió que esta medida podría llevar a una inmovilización masiva de los vehículos de carga, lo que tendría consecuencias económicas devastadoras para el país.
El pasado viernes, durante una reunión con el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, los líderes del sector transportador esperaban alcanzar un acuerdo sobre el ajuste de precios del ACPM. Sin embargo, según García González, el ministro rompió su compromiso de consultar la decisión final con el presidente Petro antes de comunicarla a los transportadores. En lugar de eso, Bonilla anunció un aumento unilateral del precio del diésel, el cual será incrementado en $6.000 durante el próximo año y medio, dividido en dos fases de $3.000 cada una.
“Estamos profundamente decepcionados con la forma en que se ha manejado esta situación,” declaró García González. “El ministro no solo incumplió su palabra, sino que además amenazó con subir los precios de los combustibles con o sin nuestra participación en el proceso de decisión. Este tipo de medidas hacen inviable el servicio de transporte de carga, ya que los costos operativos se disparan mientras los fletes siguen siendo insuficientes para cubrir los gastos.”
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El líder transportador subrayó que este aumento de $6.000 en menos de un año pone en riesgo la supervivencia de muchas empresas del sector. “No podemos seguir operando a pérdida. Los fletes ya no se pagan de manera justa y ahora, con este incremento en el ACPM, todos estamos al borde de la quiebra,” sentenció García González.
La posibilidad de un paro de transporte de carga está sobre la mesa, y las implicaciones de una medida de esta magnitud serían graves para la economía nacional. García González recordó que el transporte de carga es vital para el país, ya que gran parte de las mercancías importadas y producidas localmente se distribuyen a través de tractomulas y camiones que circulan por todo el territorio colombiano. Un paro indefinido podría paralizar la distribución de bienes esenciales, generando escasez en diferentes regiones y agravando la crisis económica.
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“La decisión del gobierno de incrementar el precio del diésel en estas condiciones es, sencillamente, un golpe directo a la economía del país,” afirmó García González. “Si bien estamos abiertos al diálogo, la realidad es que esta medida nos empuja a un rincón sin salida. No nos queda otro camino que inmovilizar nuestros vehículos si no se reconsidera esta política.”
El presidente de la Confederación Colombiana de Transportadores también criticó la falta de voluntad política para resolver otros problemas que afectan al sector, como el bajo pago de los fletes. “Nos hemos quejado reiteradamente de esta situación, pero parece que no hay interés en encontrar soluciones. Si esto continúa, todos terminaremos quebrados.”
Finalmente, García González hizo un llamado al gobierno para que reconsidere esta medida y busque una solución más equilibrada que permita al sector transportador seguir operando sin comprometer su viabilidad económica. La amenaza de un paro es real, y las consecuencias para la economía colombiana podrían ser devastadoras si no se toma en serio la preocupación del gremio transportador.
Fuente: RCN Radio
