La controversia sobre los vehículos eléctricos chinos está en pleno apogeo, y las preocupaciones sobre la seguridad nacional se entremezclan con debates sobre competencia desleal y política comercial. El senador Sherrod Brown ha levantado la voz, solicitando al presidente Biden que se investiguen los riesgos de seguridad que implica la conexión a internet de estos vehículos. Pero su preocupación no se detiene allí; ahora también plantea la necesidad de limitar su importación debido al posible daño a la economía industrial de Estados Unidos.
Según una carta dirigida al presidente Biden, el senador Brown señala que marcas chinas como BYD o MG podrían estar involucradas en prácticas de competencia desleal, aprovechando su presencia en el mercado europeo a través de precios atractivos. El senador sugiere que estas compañías podrían haber recibido subsidios del Gobierno chino, lo que les otorgaría una ventaja injusta.
También le puede interesar: Satena celebra su legado con un libro monumental
La preocupación por la seguridad nacional también ha sido respaldada por el presidente Biden y el Departamento de Comercio de EE. UU., quienes advierten sobre los riesgos de permitir que un gobierno extranjero tenga acceso a vehículos conectados a internet, planteando serios problemas de privacidad y seguridad. Además, Biden ha expresado su incomodidad con el desequilibrio en el acceso al mercado automotriz entre EE. UU. y China, destacando las restricciones que enfrentan los vehículos estadounidenses en el mercado chino.
Este enfrentamiento entre EE. UU. y China podría intensificarse, ya que China planea llevar la disputa sobre los subsidios a los vehículos eléctricos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Mientras tanto, se espera que la Unión Europea tome medidas adicionales, posiblemente imponiendo aranceles más altos a los vehículos importados de China.
En medio de estas tensiones, el futuro de la industria automotriz global está en juego, y las decisiones políticas que se tomen tendrán un impacto significativo en el panorama económico y comercial internacional.
Fuente: El Tiempo