Esta infraestructura en Bogotá y la región tiene potencial en movilidad sostenible y turismoVías férreas. Los antiguos y oxidados rieles de tren en Bogotá y Cundinamarca no son una causa perdida. En los últimos años se han reactivado tramos para transporte de carga y pasajeros, y hasta actividades turísticas y deportivas. Y el futuro parece ser prometedor. En agosto se abrió la licitación del Regiotram de Occidente, un tren de cercanías que conectará a Facatativá con el centro de Bogotá, y al mismo tiempo se adelantan los estudios de factibilidad del Tren del Norte, para unir a la capital con Zipaquirá.
Pero estos no son los únicos proyectos en mente. EL TIEMPO consultó expertos en movilidad y recuperación de vías férreas, empresarios conectados con el mundo de los trenes y líderes de proyectos de turismo y desarrollo económico para hablar del potencial que tienen esta olvidada infraestructura.
Comenzando por los proyectos que hay en marcha, expertos reconocen el trabajo que se hace para aprovechar los corredores férreos a fin de crear soluciones efectivas de movilidad. Darío Hidalgo, director de la Fundación Despacio y Consultor del Centro WRI Ross de Ciudades Sostenibles, rescata la idea de que el Regiotram de Occidente se haga sobre vías de trenes existentes y que modernice con nuevos elementos. “Regiotram construye nueva infraestructura, algunos pasos a desnivel, patios, talleres y sistemas de control. Todo ofrece una mejora en acceso a transporte para la región y en reducción de incidentes de tráfico”, afirma Hidalgo. Otro de los entusiastas por este tipo de medios es Edder Velandia, experto en movilidad sostenible de la Universidad de La Salle. Según Velandia, recuperar las vías férreas es una oportunidad para tener proyectos de movilidad con alta eficiencia energética, con garantía de tiempos y de larga vida útil.
“Transportar personas dentro de un tren es más eficiente desde el punto de vista energético que moverlas en carros o buses a diesel y combustibles fósiles”, explica el experto y agrega que, aunque los proyectos férreos sean más costosos, tienen más vida útil. “Pueden ser efectivos a 50 años, por ejemplo. Y desde los vehículos el beneficio también es claro: un bus tiene vida útil de 15 años; un tren, de 30 o 40 años”. Velandia indica que, además de Regiotram y Tren del Norte, sería ideal trabajar sobre el Corredor del Sur (que pasa por Soacha) y habilitar el tramo hacia Sogamoso para pasajeros. “Imagine poder conectar Facatativá, Zipaquirá, Soacha y Tocancipá con el centro de Bogotá”, menciona y destaca las ventajas de conectar esta red de trenes con otros sistemas de transporte en Bogotá. “La apuesta debe ser dejar atrás esos debates políticos que no dejan que los proyectos avancen y estimular su recuperación a través de alianzas público-privadas”, afirma el experto.
Una experiencia exitosaTuristrén es una de las empresas que le han apostado a usar cerca de 68 kilómetros de las líneas férreas de Bogotá y la región hacia el norte para transporte de estudiantes y turistas. Según su gerente, Andrés Rodríguez, entre semana movilizan al día hasta 4.000 alumnos de tres universidades entre Gran Estación y la Sabana, y en fines de semana logran subir 900 pasajeros en tours hasta Zipaquirá, Cajicá y Nemocón.
“El siguiente paso es traer gente desde los municipios a Bogotá a sus lugares de estudio y trabajo y, en la noche, devolverlos a casa. Es una opción que podríamos ver el próximo año”, asegura el gerente quien destaca que, apesar de que los trenes que usa combina diesel y energía eléctrica, “son 45 veces más ecológicos que los buses por pasajero transportado”. Pero asegura que no es fácil trabajar en proyectos así: “Falta estabilidad jurídica para que los privados se animen a participar y se necesita más inversión del estado para que no se pierda una oportunidad de transporte eficiente de carga y pasajeros”. Este es un reto que ya ha tratado de ser abordado. Por lo menos, la Gobernación de Cundinamarca ya logró que Invías y la Nación le cedieran el Corredor Férreo Facatativá-Bogotá y el Corredor Férreo del Sur (Soacha) con el fin de recuperarlos e intervenirlos para los proyectos Regiotram y las fases II y III de TransMilenio a Soacha.
Hasta para montar bicicletaMientras se decide el futuro de los trenes, la Nación, la Gobernación y el Distrito evalúan un proyecto alternativo: corredores de bicicleta y turismo junto a las vías férreas. “Se evalúan dos opciones de trazado: una opción es Facatativá-Puerto Salgar y otra es Facatativá-Girardot. A través de INVÍAS estamos contratando un estudio de factibilidad que nos indique cuál es el mejor corredor para hacer una estrategia de turismo, con opciones de paisajismo y desarrollo de economías locales”, detalló David Uniman, gerente de la bicicleta en Bogotá. Uniman afirma que este será un ejemplo de economía naranja, pues permitirá potenciar emprendimientos locales y rurales alrededor del turismo y las industrias creativas. Ahora, se aclara que no destruiría los corredores abandonados en la región. “Uno de los escenarios es hacer el camino para ciclas sobre la vía férrea sin dañarla, y conservarla para cuando se quiera recuperar. En otros tramos sí hay el espacio suficiente para hacer los bicicarriles al lado de los rieles. Muchos de estos corredores ya se están perdiendo en medio de la naturaleza”, explicó Uniman. EL TIEMPO contactó a Vías Verdes, de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, una de las organizaciones asesoras de este proyecto que sería pionero en Colombia. Vías Verdes ya hizo recuperaciones similares en 2.800 kilómetros de rieles en España, y ve un enorme potencial en Bogotá y la región.
Los corredores en Bogotá-Región tienen una potencial. Hay valores culturales, ambientales y sociales. Vías Verdes permitiría preservar patrimonio ferroviario en desuso
“La implantación de Vías Verdes permitiría preservar el patrimonio ferroviario en desuso, mejorar las comunicaciones entre las localidades, generar una actividad económica hoy inexistente, crear nuevas empresas y poner en valor el territorio en el ámbito Turístico. La experiencia demuestra que por cada euro invertido se generan 19 y un gran número de puestos de trabajo. El impacto económico directo e indirecto en Europa con la creación de las Vías Verdes representa más de 44.000 millones de euros. En España el cicloturismo genera un volumen de negocio anual de 1.620 millones de euros”, le dijo a este diario el Director de Asesoría Técnica y de Vías Verdes, Jesús Benítez. Los países que más han invertido en vías férreas verdes son: Suiza, Reino Unido, Alemania y Francia. Vea el mapa de vías férreas en la región:
INVIAS también celebra que se evalúe sacar adelante este tipo de proyectos en el país. “En Colombia, encontramos recursos culturales, arqueológicos y turísticos, que consideramos de gran importancia rescatarlos a través de las prácticas que están siendo objeto de análisis”, le manifestó el Instituto a este diario. Pero lo cierto es que en Bogotá y Cundinamarca ya hay proyectos turísticos en torno a vías abandonadas. Conexión Natural, Caminatas Ecológicas Bogotá es una empresa de turismo certificada que ofrece, hace cinco años, actividades de senderismo por corredores férreos abandonados en Sasaima.
“Hemos buscado las mejores vistas y experiencias con puentes colgantes, túneles y escenarios donde la naturaleza recupera su lugar. Indudablemente, tienen un potencial de turismo si se capacita a los locales, se hace una revisión de senderos seguros y se genera desarrollo”, afirma Eduardo Campos, biólogo y director de Conexión Natural. Campos insiste en que, a la hora de formular estos proyectos, hay que evaluar la capacidad de carga de los senderos. “Si se piensa en hacer turismo por vía férrea hay que hacer un estudio de impacto ambiental, de cómo está la infraestructura, y logarr que la comunidad participe y la que lidere las actividades”, menciona. En resumidas cuentas, expertos de varios sectores ven beneficios a todas luces en la recuperación de los antiguos corredores de tren. Independientemente del objeto final hay un punto en común: los viejos y oxidados rieles merecen una segunda oportunidad y, bajo ninguna circunsatancia, deben ser retirados. Sobre ellos está trazado el desarrollo de Bogotá-Región.
De quién son las vías férreasSegún INVIAS, el país “cuenta con 3.338 kilómetros de vías férreas, de las cuales, 1.604 kilómetros están bajo la administración de la Agencia Nacional de Infraestructura -ANI, y el restante de 1.734 km están a cargo del Instituto Nacional de Vías”. Recientemente, el INVIAS ha entregado dos vías férreas en convenios a la Gobernación de Cundinamarca. Estos son los corredores Bogotá – Facatativá y Bogotá (sur)- Salto de Tequendama. Por otra parte, la ANI tiene a cargo los corredores Bogotá – Belencito (Tramo Bogotá – Albarracín), La Caro-Barbosa (Tramo La Caro – El Fical, hasta el municipio de Zipaquirá). Estos son los operados por Turistren.
Fuente: El Tiempo Imagen: Archivo El Tiempo Ver artículo original Volver a página de inicio]]>