El sector logístico se ha convertido en una industria estratégica para todos los países y para todas las empresas de cualquier sector económico, siendo esta industria un motor muy importante en la generación del producto interior bruto y en la creación de empleo de cada país.
Durante las crisis sanitarias, financieras o energéticas que nos aún nos afectan, muchas empresas de servicios logísticos cancelaron su presupuesto de inversión en formación logística, y esto les puede suponer un serio hándicap para su competitividad futura, en un entorno empresarial cada vez más global.
A aquellas organizaciones que no invierten en formación logística para sus profesionales, desde la Asociación RALOG-Red de Ayuda Logística, les damos algunas reflexiones y consejos, animándolos a que tomen la senda de la formación lo antes posible y comiencen a aumentar sus beneficios.
1. Existen ventajas claras en formar (interna o externamente) a los profesionales de las organizaciones logísticas con el fin de prepararlos en los nuevos retos que la nueva situación global y en los nuevos modelos de negocio que se desarrollan en la actualidad, así como en alinear a dichos profesionales con el nuevo propósito estratégico de la empresa y sus nuevos objetivos.
2. El profesional logístico conoce bien los métodos, procesos y filosofías de trabajo, por lo que, sin duda es más fácil, y en ocasiones más económico, formarlos “in-company” para que su desarrollo individual y colectivo contribuya de esta forma al progreso y desarrollo del nuevo negocio y a la consecución de los objetivos fijados.
3. No obstante, la formación logística no tiene por qué estar enfocada solo en la instrucción “in-company” más orientada hacia las habilidades colectivas. A veces es más importante capacitar a los profesionales logísticos en formatos educativos abiertos y grupales, para aprender competencias diferenciadoras y actitudes “soft skills” que les hagan mejorar como personas en el liderazgo con éxito de sus propios equipos, lo que resultará en una mejor percepción de la organización y en la mejora excepcional del desempeño como grupo.
4. Son varias las empresas que invierten una parte importante de su presupuesto en organizar la formación de sus profesionales tanto en habilidades y desarrollo personal, como en conocimientos técnicos que mejorarán sus aptitudes profesionales.
5. La inversión en formación logística, tanto en habilidades y desarrollo competencial como en conocimiento técnico, hace que el personal se sienta mejor valorado y más comprometido con la organización.
6. Por el lado de la empresa, la formación logística contribuye a la atracción y retención del talento especializado, a la consecución de los objetivos y a poder trabajar en los planes de desarrollo de carrera (promoción y sucesión profesional), ya que, al hacerlo internamente, supone un mayor éxito que ahorra tiempo y dinero cuando lo comparamos con la búsqueda de esos mismos perfiles en el mercado laboral.
7. Finalmente, las instituciones académicas y las empresas tienen la oportunidad de capacitar al talento logístico especializado que necesitan para hacer frente a la globalización de la cadena de suministro y sus operaciones logísticas.
Sin profesionales logísticos capacitados, no hay logística y sin logística no hay nada.
José Luis Galiana es presidente y fundador de RALOG – Red de Ayuda Logística, la asociación española sin ánimo de lucro de los profesionales logísticos, director ejecutivo del Foro Iberoamericano de Logística (FIALOG) y fundador del Foro de Expertos Logísticos (FELOG) de Caleruega. Anteriormente, fue miembro del Comité de Dirección de Unilever (España) en la unidad de negocios de productos personales y del hogar, como director de cadena de suministro y relaciones externas y presidente del Comité de Logística y Transporte en AECOC.
Fuente: T21
Imagen: Ralog