La Terminal de Transporte de Cali, inaugurada en 1974, fue la primera de su tipo en Colombia y ha sido un motor de desarrollo para la capital del Valle. Sin embargo, con el paso de los años, este emblemático espacio enfrenta una serie de problemas logísticos, de infraestructura y sociales que han encendido las alarmas entre la comunidad local y las autoridades.
La comunidad que reside alrededor de la terminal ha expresado preocupaciones crecientes sobre la convivencia y la calidad de vida en la zona. Claudia Hernández, presidente de la Junta de Acción Comunal de Prados del Norte, destaca la falta de espacio suficiente en la terminal para albergar los buses que llegan de otras regiones del país. Esto ha convertido las vías públicas circundantes en talleres improvisados y lavaderos de buses, generando problemas como el uso indebido de agua potable y fomentando el trabajo informal.
A pesar de la creación de una nueva Junta de Acción Comunal para abordar estos problemas junto a la Alcaldía y otros organismos, hasta el momento no se han encontrado soluciones efectivas. Hernández menciona que el sector ha experimentado un desarrollo habitacional significativo, con aproximadamente 3000 familias residentes, pero sin soluciones de fondo a los problemas planteados.
Desde el Concejo de Cali, se han hecho eco de estas preocupaciones. La concejal Ana Erazo resalta que la terminal actual se ha quedado pequeña para una ciudad del tamaño de Cali, que tiene un rezago de 50 años en comparación con otras urbes similares que cuentan con múltiples terminales. Erazo sugiere la necesidad de fortalecer la terminal central y construir terminales satélites en las salidas norte y sur de la ciudad para mejorar la conectividad y el flujo de transporte.
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El concejal Roberto Ortiz destaca la urgencia de un plan de manejo del tráfico durante eventos de gran envergadura, como la COP16, para evitar la congestión en horas pico. Ortiz también sugiere una jornada de embellecimiento para mejorar la disposición de basuras y abordar la problemática de los habitantes de calle.
Por otro lado, el concejal Rodrigo Salazar propone fortalecer las terminales cabeceras del sistema MÍO para que los buses de otros municipios puedan dejar a los pasajeros en estos puntos, reservando la terminal central para rutas de larga distancia. Salazar también enfatiza la necesidad de garantizar la accesibilidad para personas con discapacidad y sugiere que la Secretaría de Turismo se alíe con Fontur para ofrecer rutas ecoturísticas durante la COP16.
La Terminal de Transporte de Cali, a pesar de su historia y relevancia, necesita una transformación integral para seguir siendo un motor de desarrollo. Las autoridades locales y la comunidad deben trabajar juntas para encontrar soluciones sostenibles que aborden los problemas logísticos, de infraestructura y sociales que actualmente afectan a esta importante instalación. Con eventos internacionales en el horizonte, es crucial que Cali se prepare adecuadamente para ofrecer una infraestructura de transporte moderna y eficiente, que no solo mejore la movilidad, sino también la calidad de vida de sus habitantes.
Fuente: El País