A partir de este martes, la vía que conecta Armenia con Calarcá estará completamente cerrada de 6:00 a. m. a 6:00 p. m. hasta el próximo viernes. Este cierre, gestionado por el Consorcio Vías y Equipos del Café, la interventoría Consorcio Intervial Andino y el INVIAS, busca avanzar en la construcción de la doble calzada, una obra que promete transformar significativamente la movilidad en la región.
Este cierre afectará a vehículos particulares, motos, transporte intermunicipal y peatones, quienes deberán buscar rutas alternas. La Secretaría de Tránsito y Transporte de Armenia ha recomendado utilizar caminos alternativos como Chagualá, El Caimo o Balboa. Sin embargo, se advierte que los usuarios deben armarse de paciencia y prudencia para evitar congestiones y retrasos.
Con una inversión aproximada de $409.000 millones, esta obra no solo beneficiará a Armenia y Calarcá, sino también a municipios vecinos como Montenegro y Quimbaya. Se estima que, una vez completada, la doble calzada mejorará la movilidad de aproximadamente 8.300 vehículos, aliviando así uno de los puntos críticos de tráfico en el Quindío.
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La intervención no se limita a la vía Armenia – Calarcá. En el departamento de Quindío, también se someterán a reparación otras rutas importantes como Rioverde – Pijao, Barragán – Génova, Arrayanal – Salento, Filandia – La India y Rioverde – Carniceros. Además, unos 40 puentes serán evaluados para su posterior reparación, asegurando una infraestructura vial más segura y eficiente.
Es innegable que cualquier cierre vial de esta magnitud generará molestias y trastornos a corto plazo. Los usuarios habituales de la vía Armenia – Calarcá deberán adaptarse a las rutas alternas, enfrentando potenciales demoras y congestiones. Sin embargo, es esencial considerar los beneficios a largo plazo de estas mejoras.
La construcción de la doble calzada no solo aliviará la congestión actual sino que también promoverá el desarrollo económico de la región al facilitar el transporte de mercancías y la movilidad de personas. La inversión en infraestructuras es una apuesta a largo plazo que, aunque dolorosa en el corto plazo, promete rendir frutos significativos en términos de seguridad y eficiencia vial.
En momentos como este, es crucial que los conductores y peatones mantengan la calma y sigan las indicaciones de las autoridades de tránsito. La prudencia y la tolerancia serán fundamentales para evitar accidentes y garantizar que las obras puedan progresar sin contratiempos.
La intervención en la vía Armenia – Calarcá es un recordatorio de que las grandes mejoras requieren sacrificios temporales. La paciencia de hoy será recompensada con una infraestructura más moderna y eficiente que beneficiará a todos los habitantes del Quindío. Es un precio que vale la pena pagar por un futuro con mejores condiciones viales y una movilidad más fluida.
Mientras enfrentamos los inevitables inconvenientes de este cierre, mantengamos la vista en el objetivo final: una red de transporte más robusta y eficiente que impulsará el crecimiento y el bienestar de nuestra región.
Fuente: Red+
