En un movimiento significativo, los taxistas de Cali han decidido unirse al paro nacional convocado para el próximo martes 23 de julio. La decisión, anunciada por distintos voceros del gremio, surge como respuesta al creciente aumento del transporte informal en la capital vallecaucana. Los conductores de taxis expresaron su profundo desacuerdo con la operación de estos medios de transporte ilegales, así como su inconformidad con las tarifas competitivas que ofrecen estas plataformas no reguladas.
Los taxistas caleños señalan que el transporte informal ha proliferado en los últimos años, afectando gravemente sus ingresos y la estabilidad del sector. A su juicio, la falta de regulación y control sobre estas plataformas de transporte es una de las principales causas de la situación actual. Según los conductores, las plataformas de transporte informal gozan de menores restricciones operativas, lo que les permite ofrecer tarifas más bajas y atraer a una gran cantidad de usuarios.
“Estamos enfrentando una competencia desleal”, afirma Carlos Mejía, uno de los voceros de los taxistas. “Las plataformas de transporte informal no están sujetas a las mismas regulaciones que nosotros. No tienen que cumplir con las mismas normas de seguridad, tarifas y permisos que se nos exigen, y eso nos pone en una desventaja enorme”.
Ante esta situación, los taxistas de Cali hacen un llamado urgente al Gobierno Nacional para que implemente medidas más estrictas y efectivas. Proponen que, a través de una regularización adecuada, se logre una mayor equidad en el sector del transporte.
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“Lo que necesitamos es un marco regulatorio que sea justo para todos”, comenta María Fernández, otra representante del gremio. “No estamos en contra de la tecnología ni de la innovación, pero sí exigimos que todos los actores del sector operen bajo las mismas reglas”.
Las manifestaciones del 23 de julio no son un evento aislado. Estas han sido convocadas y apoyadas por varios sindicatos del sector, entre ellos Sinaltax, Sintaxibog y Sindical. Estos sindicatos han jugado un papel crucial en la organización y coordinación de las protestas, buscando amplificar la voz de los taxistas y presionar a las autoridades para que tomen medidas concretas.
El 6 de julio, un gran grupo de líderes de los taxistas de Cali se reunió en el sector de Alfonso López. En este encuentro, los conductores discutieron sus preocupaciones y estrategias de acción. Alberto Hadad, alto consejero de Movilidad de Cali, también estuvo presente en la reunión, lo que subraya la seriedad de la situación.
Durante la reunión del 6 de julio, uno de los momentos más impactantes fue cuando un taxista se arrodilló frente a Hadad. Este gesto simbolizó la desesperación y la impotencia que sienten muchos conductores ante la actual crisis del sector. “Fue un acto de desesperación”, explica Mejía. “Queremos que las autoridades comprendan la gravedad de nuestra situación. No podemos seguir compitiendo en estas condiciones desiguales”.
El paro del 23 de julio promete ser una manifestación masiva que afectará significativamente la movilidad urbana en Cali. Se espera que miles de taxistas participen en la protesta, lo que podría generar un caos en el tráfico y complicaciones para los ciudadanos que dependen del transporte público.
No obstante, los taxistas insisten en que esta medida es necesaria para llamar la atención sobre su problemática y lograr cambios reales. “Sabemos que esto afectará a mucha gente, y pedimos disculpas por las molestias”, dice Fernández. “Pero es la única manera que tenemos de hacer oír nuestra voz y exigir un trato justo”.
La situación actual plantea importantes preguntas sobre el futuro del transporte en Cali y en otras ciudades de Colombia. ¿Cómo lograr un equilibrio entre la innovación y la regulación? ¿Qué medidas se pueden tomar para asegurar que todos los actores del sector operen bajo las mismas condiciones?
Para los taxistas, la respuesta está en la acción conjunta y en la implementación de políticas públicas que promuevan la equidad y la justicia. “No queremos eliminar las plataformas de transporte”, aclara Mejía. “Queremos que se regulen adecuadamente para que todos tengamos las mismas oportunidades. Solo así podremos garantizar un servicio de calidad y seguro para todos los ciudadanos”.
El paro nacional del 23 de julio será un evento crucial para el futuro del transporte en Cali. Los taxistas esperan que su protesta genere un diálogo constructivo con las autoridades y conduzca a cambios significativos en la regulación del sector. Mientras tanto, la ciudad se prepara para enfrentar una jornada de movilización y protesta que promete dejar una huella en la historia del transporte urbano en Colombia.
La lucha de los taxistas de Cali es un reflejo de las tensiones y desafíos que enfrenta el sector del transporte en una era de rápida innovación tecnológica. A medida que las plataformas de transporte continúan ganando terreno, la necesidad de una regulación equitativa se vuelve cada vez más urgente.
Fuente: 90 Minutos