El reciente anuncio del Ministerio de Hacienda sobre el incremento gradual del ACPM ha generado una mezcla de reacciones en la industria del transporte en Colombia. Tras cinco años de congelamiento, el precio del ACPM se ajustará en tres fases hasta alcanzar los $15.000 por galón, lo que ha sido recibido con aprobación por algunos sectores económicos, pero con gran preocupación por los transportadores.
Este incremento del 60% sobre el precio actual representa un alivio fiscal para el Estado, pero también un golpe significativo para el sector de transporte de carga y de pasajeros. Las asociaciones de transportadores han advertido que esta decisión tendrá un impacto directo en los costos operativos, lo que se traducirá en un aumento en las tarifas de fletes y tiquetes de bus.
La Asociación Colombiana de Camioneros ha manifestado que este incremento afectará la canasta familiar de millones de colombianos, aumentando los costos no solo del transporte, sino también de los insumos necesarios para el sector. La analítica de datos de Imétrica proyecta un aumento promedio del 7,83% en el SiceTac, con rutas como Buenaventura–Cali viendo un alza de hasta 9,28%.
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En el transporte de personas, la Asociación para el Desarrollo Integral del Transporte Terrestre Intermunicipal (Aditt) estima un incremento de entre el 7% y el 8% en los precios de los tiquetes de bus en esta primera fase. Al finalizar el ajuste, la subida podría alcanzar entre un 22% y un 24%, amenazando la sostenibilidad del sector.
Los desafíos no se limitan al incremento del ACPM. Los transportadores también enfrentan problemas como bloqueos, mal estado de las vías, inseguridad y la creciente informalidad en el transporte, lo que añade presión sobre la industria.
La presidenta de Colfecar, Nidia Hernández, ha señalado que la baja rentabilidad en el transporte, junto con otros factores adversos, ha resultado en la disminución de despachos de vehículos, con 11.000 vehículos menos que en 2023. Este descenso se espera que se profundice en los próximos meses, aumentando las preocupaciones sobre la viabilidad del sector.
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José Yesid Rodríguez, director ejecutivo de la Aditt, ha advertido sobre el impacto en la reactivación económica y la sostenibilidad del sector de transporte de pasajeros. Según él, el aumento de costos operativos podría llevar a una mayor vulnerabilidad para las rutas que atienden a las poblaciones con menores recursos.
Mientras que el ajuste del ACPM busca equilibrar las finanzas del Estado, sus efectos colaterales en el sector transporte y en la economía en general son motivo de seria preocupación. Las autoridades y los transportadores deberán encontrar un equilibrio para evitar que este incremento desemboque en una crisis de mayores proporciones para Colombia.
Fuente: Portafolio
