Temas del día

Colombia enfrenta una brecha logística que limita su competitividad exportadora

Imagen de jcomp en Freepik
Diseñado por Freepik

Imagen: Freepik

A pesar de algunos avances, la logística continúa siendo un punto crítico para el comercio exterior colombiano. Los altos costos asociados al transporte, los trámites y la débil articulación institucional siguen afectando la capacidad del país para competir en los mercados internacionales.

Según los resultados de la Encuesta Logística Nacional del Departamento Nacional de Planeación (DNP) 2024, los costos logísticos representan en promedio el 15,6% de los costos totales de las empresas vinculadas al comercio exterior. Aunque la cifra muestra una mejora frente al 17,9% registrado en 2022, continúa siendo elevada en comparación con los estándares globales. Entre los factores que más pesan dentro de ese porcentaje se encuentran el transporte, el almacenamiento y la gestión de inventarios.

Desde Analdex, gremio referente del sector, advierten que la reducción reciente no es suficiente para situar a Colombia en niveles competitivos. Su presidente ejecutivo, Javier Díaz Molina, recordó que en el pasado el país logró ubicarse en 12,6% y que la meta planteada era descender por debajo del 10%. Sin embargo, la variación de los últimos años evidencia que la brecha frente a las mejores prácticas internacionales sigue siendo significativa.

El transporte continúa siendo el componente más crítico dentro de la estructura de costos. “No es razonable que cerca de la mitad del costo logístico corresponda al transporte”, afirmó Díaz Molina, señalando la persistencia de ineficiencias y la carga que supone la hiperregulación para las empresas. A esto se suman las limitaciones en infraestructura, la falta de alternativas multimodales y los frecuentes cuellos de botella operativos.

Procedimientos y servicios: retos persistentes para las empresas

El estudio también revela problemas estructurales que afectan la operación diaria de las compañías. La necesidad de simplificar trámites, mejorar la calidad del servicio en puertos y pasos fronterizos, y avanzar en la digitalización, aparece como un reclamo recurrente entre los actores del comercio exterior.

Uno de los hallazgos más notorios es la baja utilización de la declaración anticipada por parte de los importadores. Más de la mitad de las empresas reconoce que el principal impedimento es el desconocimiento del mecanismo. Para Analdex, esta falta de información impide aprovechar herramientas diseñadas para agilizar los procesos y dar mayor predictibilidad a las operaciones.

La limitada digitalización también impacta la trazabilidad, el acceso a información en tiempo real y la coordinación entre entidades públicas y privadas. Aunque existen iniciativas en marcha, aún se observan duplicidades, exigencias presenciales y sistemas que no se comunican entre sí, lo que prolonga los tiempos y reduce la eficiencia.

Un desafío estratégico en un entorno global cambiante

Para el sector privado, el escenario internacional —marcado por tensiones comerciales, relocalización de cadenas de suministro y oportunidades asociadas al nearshoring— exige que Colombia fortalezca urgentemente su base logística.

Analdex ha planteado cuatro prioridades clave para el próximo gobierno: consolidar un sistema de transporte multimodal, mejorar la seguridad en las rutas, modernizar la infraestructura logística y ajustar el mecanismo SICE-TAC, que actualmente es visto como una barrera para la competitividad.

Los expertos coinciden en que el país requiere soluciones de largo plazo, una mayor coherencia regulatoria y una aceleración decidida de la digitalización. En un mundo donde la velocidad, la visibilidad y la eficiencia de la cadena logística son determinantes, Colombia tiene ante sí el reto de cerrar la brecha que limita su desempeño y de posicionarse mejor dentro del comercio global.