En septiembre de 2024, los costos asociados al transporte de carga por carretera en Colombia mostraron un incremento del 2,11% en comparación con el mes anterior, de acuerdo con un reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Este aumento se suma a una serie de ajustes en el sector, en particular en los combustibles, cuyo alza fue del 5,45%, la mayor variación registrada en el periodo.
Este repunte en los costos de transporte afecta a múltiples sectores de la economía y es motivo de preocupación entre transportistas y empresarios, quienes ven cómo cada aumento en el precio de los insumos repercute directamente en su margen de ganancias y competitividad. Aunque otros rubros, como los costos fijos y peajes, subieron en menor medida (0,27%), así como los insumos (0,10%) y las reparaciones y piezas (0,06%), el impacto de los combustibles sigue siendo el principal factor de presión para el transporte de carga en el país.
La perspectiva anual y acumulada: un golpe constante
Al observar las cifras de septiembre de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior, el alza de los costos en el transporte de carga alcanza un 6,4%. Según el boletín, la acumulación de incrementos mes a mes refleja una tendencia que no ha dado tregua durante el año. Entre enero y septiembre de 2024, el aumento total en los costos del sector fue del 6,81%, con los combustibles liderando una vez más la lista con un alza de 8,75%, seguidos por los costos fijos y peajes (7,62%) y los servicios de mantenimiento y piezas (2,6%).
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Estas cifras evidencian una situación compleja que pone en entredicho la sostenibilidad del transporte de carga en el país. Los constantes ajustes no solo afectan los costos operativos de las empresas de transporte, sino que también terminan repercutiendo en los precios finales de los productos que se transportan. Con cada incremento en el precio de los combustibles, las empresas de transporte se ven obligadas a reevaluar sus costos y ajustar sus tarifas, afectando tanto a grandes como a pequeñas y medianas empresas.
¿Qué implicaciones tiene este panorama?
El aumento en los costos operativos de transporte impacta tanto en la rentabilidad del sector como en la economía en general, pues los incrementos suelen trasladarse a los precios al consumidor. Esto genera un ciclo de encarecimiento de productos, especialmente aquellos de primera necesidad y de difícil acceso en regiones apartadas. En consecuencia, el aumento en los costos de transporte no solo afecta a los empresarios del sector, sino también a millones de colombianos que ven cómo sube el precio de productos básicos.
Para muchos, este panorama plantea la urgente necesidad de implementar políticas que regulen los precios de los combustibles o, al menos, mitiguen el impacto de los constantes aumentos en el costo del transporte. Sin una intervención efectiva, el sector de transporte de carga corre el riesgo de volverse cada vez menos rentable, comprometiendo su capacidad de ofrecer un servicio competitivo y accesible.
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¿Qué medidas se pueden tomar?
En un contexto en el que el transporte de carga enfrenta constantes alzas en sus costos operativos, tanto transportistas como asociaciones de carga han hecho un llamado al Gobierno para analizar la posibilidad de ofrecer subsidios o ayudas fiscales que alivien la carga económica que enfrentan. Entre las propuestas, destacan aquellas que sugieren la reducción temporal de ciertos impuestos, la regulación en los precios de peajes, y el desarrollo de estrategias de eficiencia energética para contrarrestar la dependencia en los combustibles tradicionales.
Sin embargo, hasta ahora no se han anunciado medidas significativas para contrarrestar esta situación, y la preocupación persiste entre los involucrados en el sector.
Fuente: El Universal