El panorama en Bogotá y Cundinamarca se agrava con el paso de los días tras el paro camionero, al que se han unido taxistas y moteros. La situación ha provocado desabastecimiento de alimentos y medicinas, afectando además a la movilidad y la educación de miles de estudiantes. El gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, hizo un llamado urgente para habilitar corredores humanitarios, mientras los ciudadanos enfrentan alzas en los precios de productos básicos y la escasez de combustible.
También le puede interesar: Crisis del transporte en Colombia: El paro por el alza del ACPM pone en jaque al país
El bloqueo en varias vías ha reducido el ingreso de vehículos y toneladas de alimentos a Bogotá, afectando directamente la economía local. Según Rey, de continuar los bloqueos, los productos agropecuarios sufrirán aumentos escalonados. La pérdida de millones de litros de leche, el deterioro de cosechas y la falta de oxígeno en hospitales agravan la crisis. Ante esta situación, se insta al diálogo y al cese de las manifestaciones, ya que el impacto negativo recae en la mayoría de los ciudadanos.
Desde Fenalco, el gremio del comercio reporta una caída del 80% en ventas en la capital. A pesar de no estar de acuerdo con el aumento del precio del diésel, consideran que los bloqueos no son el método adecuado para expresar el descontento.
También le puede interesar: Paro camionero expone disparidades: empresas con ganancias frente a un sector en crisis por el alza del ACPM
El gobierno de Gustavo Petro ha reiterado que el alza en el precio del diésel es necesaria para recuperar fondos perdidos por subsidios indebidos. El presidente ha prometido apoyo a los pequeños transportadores, pero ha dejado claro que no permitirá que el país se vea paralizado por las manifestaciones.
Fuente: Portafolio