La competencia entre vehículos de carga pesada impulsados por tecnologías limpias está en pleno auge, y el reciente logro de Tesla al recorrer 1.735 kilómetros en 24 horas con su Semi eléctrico plantea un desafío interesante al camión de hidrógeno de Mercedes-Benz. Ambos fabricantes están apostando por soluciones innovadoras para reducir las emisiones contaminantes del transporte de carga, pero aún enfrentan desafíos importantes en términos de autonomía y tiempo de recarga.
El Tesla Semi ha demostrado su capacidad al superar la marca de los 1.700 kilómetros en un solo día, una hazaña que no debe pasarse por alto. Esto demuestra que los motores eléctricos tienen el potencial de brindar un rendimiento impresionante en condiciones reales de trabajo. Sin embargo, sigue siendo un desafío persuadir a las empresas transportadoras sobre su productividad, especialmente en lo que respecta al tiempo de recarga y el peso del vehículo.
Por otro lado, el Mercedes-Benz GenH2 ha alcanzado una notable autonomía de 1.047 kilómetros sin necesidad de parar para repostar combustible. Su enfoque en el hidrógeno líquido criogenizado y su eficiencia en la recarga son ventajas claras. Sin embargo, este sistema también enfrenta desafíos importantes, como el costo elevado y la disponibilidad limitada de hidrógeno verde en grandes cantidades.
El futuro de estas tecnologías limpias para el transporte de carga es prometedor, pero presenta desafíos considerables en la expansión de la infraestructura necesaria. Para que estos vehículos se masifiquen, se requerirá una inversión significativa en cargadores eléctricos de alto rendimiento y estaciones de carga de hidrógeno. Según las estimaciones de los fabricantes, Europa necesitaría una gran cantidad de estas instalaciones para 2030.
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