Chagai Stern, director ejecutivo de la empresa, dice que la idea es aplicar tecnología para mejorar la calidad de la fruta y así competir más.
Managro, un conglomerado de inversión extranjera que se ha concentrado en la actividad agroindustrial, enfoca sus esfuerzos en la producción de aguacate hass. Por eso tiene la meta de comprar este año 3.700 hectáreas de tierra para el desarrollo de ese producto exclusivamente.
Chagai Stern, director ejecutivo de Managro, explica que el objetivo es garantizar producción todo el año con un aguacate de alta calidad. “Esto significa que cuando una región deje de cosechar, otra la supla”.
El directivo explica que el plan es ambicioso porque requiere una inversión de US$60 millones, tres veces más de lo que hasta el momento ha destinado en otros desarrollos agroindustriales, por US$20 millones.
A su juicio, el proyecto es importante porque se basa en genética, un tema desconocido por la mayoría de productores que tampoco tienen sistemas de riego que favorecen la actividad productiva.
Esta estrategia, afirma, debe conducir a que el producto nacional tenga más acogida por los importadores en el exterior.
Según afirma, el aguacate hass que producen México, Perú y Chile son más apetecidos por su calidad y cuando hay cosecha en esos países baja el precio de la fruta nacional.
En cambio, el producto nacional tiene atractivo y mayor reconocimiento cuando estos países no están produciendo.
Sin embargo, esa ventaja corre riesgo en la medida en que, por ejemplo, Perú, busca extender más sus tiempos de cosecha.
Así las cosas, el reto para Colombia, según el empresario, es lograr que el aguacate local sea mejor, porque si los otros países empiezan a sacar producto todo el año ya no tendrían en cuenta la oferta colombiana.
“Lo que nosotros queremos hacer es traer genética para mejorar la calidad”, dijo.
Esta empresa ha trabajado en Colombia en el sector agroindustrial con resultados, a su juicio, favorables. El primer paso lo dio con la producción de leche en la zona de Puerto Boyacá.
En regiones como esta el promedio de producción de leche es de 6 a 7 litros de leche por animal al día, mientras que Israel, que no tiene los recursos naturales que tiene Colombia y que es básicamente un desierto, produce 45 litros de leche al día por vaca, comenta Stern. “El pico más alto de producción que hemos tenido en esta finca es de 40 litros, pero el promedio actual es de 24 litros diarias por vaca”, añade.
Además de este aumento, Managro ha hecho una tarea de asesoría y acompañamiento a ganaderos para que adopten mejores prácticas y procuren mejores procesos.
Además de lograr una mayor productividad, la empresa también ha logrado una reducción en los costos de alimentación de los animales, lo cual ha redundado en la rentabilidad.
Tras los resultados en Puerto Boyacá con la leche, la empresa dirigió esfuerzos a otros productos.
Se dedicó a comprar extensiones de tierra, hoy suma unas 1.000 hectáreas y desde Colombia exporta mangos, aguacates hass, limas tahití y piñas.
Principalmente, produce en Santa Fe de Antioquia, Santuario y San Francisco, todos municipios antioqueños.
Sus principales clientes están en Estados Unidos y en Europa. El año pasado se exportó 3,7 millones de kilos de fruta desde la empacadora que compró en Palmira, en el Valle, y la perspectiva para el 2021 es duplicar este volumen.
El empresario Stern desestima que las dificultades generadas para las empresas por el paro nacional, desanime los negocios de la compañía.
“Los inversionistas extranjeros invierten en todo el mundo y ellos tiene una mirada global. Esto pasó en Chile y en Washington y hasta en Israel. Este tipo de manifestaciones solo son de corto plazo. Evidentemente, los bancos internacionales están atentos a la situación del país pero en el largo plazo no se ven las manifestaciones como un problema para que inversionistas extranjeros puedan seguir ayudando a desarrollar el país”, puntualizó.
Fuente: Portafolio
Imagen: Portafolio
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