Desde el pasado lunes, cuando se anunció un nuevo cierre de la frontera entre Colombia y Ecuador por parte del Presidente del vecino país, Guillermo Lasso, transportadores y comerciantes del municipio de Ipiales han denunciado que más de 1.900 vehículos de carga se encuentran parados en ambos costados de la zona limítrofe, con pérdidas millonarias y una grave afectación a las poblaciones de la región. Sin embargo, la crisis va más allá, no solo se remonta a los cierres por la pandemia sino a problemas de orden comercial y de gobiernos no resueltos.
La directora de la Cámara Colombo Ecuatoriana, Oliva Diazgranados, habló con EL NUEVO SIGLO sobre este nuevo pico de la crisis. Expresó que esta problemática surgió desde los años ochenta, pero ninguna autoridad se ha detenido a diagnosticar el tema para solucionar la crisis fronteriza.
EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué continúa cerrado el paso fronterizo entre Colombia y Ecuador, sobre todo si esta semana se abrió la frontera con Venezuela?
OLIVA DIAZGRANADOS: Desafortunadamente hay una cantidad de temas entre el gobierno de Ecuador y Colombia, que ya vienen presentándose desde hace 40 años. El primer problema es que quedaron totalmente obsoletas algunas medidas que se adoptaron en esa época, ya que hoy en día no se aplican para la modernización de los dos países.
El otro problema es que los transportadores colombianos se quejan de que, en Ecuador, la gasolina que les venden a ellos es a precios internacionales, lo que consideran como un trato discriminatorio. Mientras los conductores de carga ecuatorianos se quejan frente al gobierno colombiano porque, a raíz de la pandemia, este tomó la medida de que el conductor tenía que bajarse en la frontera y entregar el vehículo y la carga a un transportador colombiano. Así que la queja de los transportistas y empresas es que la cadena de custodia se puede perder, ya que no es fácil darle un camión a un conductor nacional, y eso ha limitado el comercio.
También, hay una presión desde la administración de Tulcán hacia el gobierno ecuatoriano frente al comercio transfronterizo. Con el diferencial del precio del dólar, el comercio de Ipiales se ve beneficiado porque hay ecuatorianos que acuden al municipio y compran los elementos básicos a un precio accesible, debido a las políticas del Ecuador que imponían impuestos altos a bienes y servicios de primera necesidad, como los artículos tecnológicos. Eso hace que el comercio de Tulcán presione al gobierno ecuatoriano a no abrir la frontera porque dicen que, al abrirla, el comercio de allá se afectaría.
Finalmente, el otro agravante es que el paso fronterizo por el municipio de San Miguel (Putumayo) está cerrado desde hace un año y medio debido a la pandemia, lo que no debería existir porque para eso hemos tenido puestos de vacunación en ambos países. Los índices de pandemia han disminuido notablemente, tenemos apertura para los aeropuertos, restaurantes, establecimientos comerciales, para que la gente vuelva y haga una vida normal, pero este cierre en la frontera por Putumayo por pandemia, ya es una disculpa.
Colombia ha manifestado su interés de abrir la frontera. Sin embargo, el gobierno ecuatoriano mantiene la política de tener la frontera cerrada. Así que esta decisión recae en Ecuador, no en el gobierno colombiano. El tema con Venezuela es que los dos gobiernos se pusieron de acuerdo, que era bastante difícil, pero se pusieron de acuerdo.
Millonarias pérdidas
ENS: ¿Cuántas pérdidas económicas ha dejado esta situación?
OD: Según el último reporte que nosotros tenemos, el lunes pasado en importaciones se tuvieron 1.940 toneladas por 2.750 millones de dólares, y fueron 94 vehículos. Las exportaciones del viernes fueron de 120 vehículos. Pero estamos desde el lunes con 1.200 camiones parados en la zona de frontera. Asimismo, Ecuador nos reportó que tenía 700 camiones parados en Tulcán.
Y esto se debe a que 20 personas que se encuentran en el Puente de Rumichaca son las que han paralizado completamente las operaciones de importación y exportación entre ambas naciones. Pero lo más grave es que ni el Gobierno central, ni los ministerios de Transporte y Comercio ni Cancillería han hecho algo para solucionar esta situación y no hay quien tenga la decisión de levantar a esas 20 personas que están causando tanto trauma en el comercio de ambas naciones. Es inaudito. No se calcula cuántas empresas están paradas en estos momentos por ellos.
ENS: Recientemente hubo varios acuerdos entre las administraciones de Ipiales y El Carchi para el paso peatonal de las personas. ¿Este es un primer paso para la reapertura de la frontera?
OD: Los acuerdos que tengan las autoridades locales están bien, pero es que hay medidas de fondo que las tienen que solucionar los presidentes de ambas naciones, al igual que los ministerios y cancillerías. Ellos se tienen que sentar de manera juiciosa y comprometida a solucionar los temas. Recientemente, hubo una reunión aquí en Colombia, pero vuelven y se paran de la mesa sin tener soluciones de fondo a los problemas que tenemos en frontera.
Es que este no es un problema del gobierno de Iván Duque o del gobierno de Guillermo Lasso, estamos hablando de que hace 40 años estamos patinando con el transporte transfronterizo, y creo que este es un momento en que la gente está tan cansada que asume comportamientos de fuerza, pero está afectando gravemente la economía de ambos países, estamos hablando de una afectación que hoy puede llegar a los 20 mil millones de dólares aproximadamente.
¿Y la pandemia?
ENS: ¿Cómo se ha sobrellevado la pandemia en la frontera?
OD: Desde que empezó la situación de pandemia hasta el primer semestre de este año había mucho cuidado. Sin embargo, hay que anotar la acción del gobierno Lasso y el gobierno Duque en acelerar la vacunación de la población. Hoy en día, las muertes y contagios por covid-19 han disminuido gracias a la vacunación y a que los dos países han tenido una tarea juiciosa en ese tema.
El covid era una preocupación muy válida pero creo que este esfuerzo de los gobiernos ha permitido que mejore la movilización de la economía y de las personas. Creo que este ya no es un tema de mayor riesgo a hoy. Hoy tenemos temas más críticos como la migración, comercio transfronterizo, la legislación en frontera, entre otros.
ENS: ¿Toda esta ola de migración ilegal ha generado algún detrimento en la economía de la región?
OD: Esto es un caldo de cultivo de todo lo peor que nos puede pasar. Obviamente ese es el otro tema. La razón por la cual Ecuador mantiene cerrada la frontera es que hay migrantes venezolanos, haitianos, africanos, pasando por la frontera. Esta es otra problemática que tenemos en la frontera con Ecuador. Vemos que en Necoclí, Urabá antioqueño, es calamitoso. El tema de las migraciones es un tema al que los gobiernos deben ponerle cuidado en una solución de fondo. Está afectando seriamente las economías locales y no es fácil para un gobierno recibir tantas migraciones, porque hay que atenderlos en salud y otras necesidades básicas.
Fuente: Nuevo Siglo
Imagen: Nuevo Siglo
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