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Los obstáculos para la apertura comercial de la frontera de Colombia con Venezuela

Desde el pasado 5 de octubre, el régimen de la República Bolivariana anunció el retorno de los vehículos de mercancías a los puentes fronterizos con Colombia.

Los puentes fronterizos entre Colombia y Venezuela ya están libres de obstáculos desde el pasado viernes 8 de octubre, cuando se retiró el último contenedor que había impuesto el régimen de Nicolás Maduro para impedir el tránsito de vehículos y limitar al máximo el paso de peatones, en el puente Francisco de Paula Santander.

Sin embargo, como se reconoció días antes de retirar el último elemento del bloqueo impuesto por Venezuela en febrero de 2019, la frontera no podría abrirse ese día porque faltaban reuniones para definir los términos del tránsito comercial y humano, a través de los tres puentes fronterizos que conectan al estado de Táchira con la ciudad de Cúcuta en Colombia.

Según explicó Víctor Bautista, secretario de fronteras en Norte de Santander, a la emisora Blu Radio, hace falta la coordinación aduanera que se discuten entre el Seniat, en Venezuela, y la Dian, en Colombia. Así mismo, resta acordar los horarios de tránsito, establecer cuáles puentes se van a utilizar, que hasta el momento podría ser únicamente el de Francisco de Paula Santander.

Además, como lo había anunciado el presidente Duque desde Villa del Rosario, el municipio fronterizo de Norte de Santander, se debe primero verificar que los contenedores llenos de peso no hayan afectado la infraestructura de los puentes y puedan soportar el paso de camiones con carga. Además, buscar la regularización del tráfico para evitar los trancones que ahora protagonizan los buses de transporte que llevan a los migrantes hacia otras naciones de Sudamérica.

La espera se centra principalmente en las autoridades colombianas, para que den luz verde a los vehículos de carga para transitar por las carreteras binacionales. Álvaro Rodríguez, presidente de la Cámara de Transporte de Carga, aseguró al diario La Opinión que los transportadores ya están listos y a la espera de autorización para iniciar el tránsito de mercancías.

En cuanto al paso peatonal, la autorización por parte de Venezuela es limitada. Mientras Colombia abrió la frontera el pasado 2 de junio al levantar las restricciones impuestas para contener la pandemia de covid-19 en ese sector, Venezuela opera el paso de migrantes como corredor humanitario.

Ahora, con la apertura por parte del régimen de Maduro que estaba clausurado desde febrero de 2019 para cualquier tipo de paso, se habilitó bajo reglas de corredor humanitario y solamente pueden transitar personas en condición de discapacidad o condiciones de salud especiales y estudiantes.

El resto, como lo comprobó el diario El País, ha sido obligado a mantener el uso de los trochas fronterizas, controladas por mafias y grupos armados, que han sido la regla general durante los años de rompimiento diplomático entre las dos naciones.

“La apertura de la frontera es una oportunidad para restablecer el movimiento en la zona, la cual debe darse de manera ordenada y segura. Sin embargo, hasta el momento el tránsito de personas es muy reducido, ante la negativa de la Guardia Venezolana para normalizar el paso de sus connacionales”, señaló el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, citado por Noticias RCN

(Colprensa – Karen Ortiz)

Según el funcionario, pese a los anuncios del régimen, las restricciones se mantienen y relegar a los migrantes a utilizar las trochas genera vulneración a los derechos de las personas. Tanto peatones como comerciantes están a la expectativa de que se regularice el tránsito binacional con reglas definidas.

Aunque la apertura de la frontera fue un logro de los gremios empresariales y ciudadanos que presionaron para regularizar el tránsito, ahora es necesario que los Gobiernos de ambos países, a través de las instituciones migratorias y aduaneras concreten la disposición de abrir la frontera.

Sin embargo, la tensión política entre ambos gobiernos se mantiene y surgen dudas respecto a los voceros regionales, que tienen aspiraciones políticas en sus respectivos territorios, como Freddy Bernal a la Gobernación del estado de Táchira. Algunos expertos sostienen que se debe dar una mínima relación consular, más que diplomática, para ofrecer los servicios a los ciudadanos en países extranjeros.

Fuente: Infobae

Imagen:  Infobae

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