La automatización es una de las mayores tendencias en la cadena de suministro actual. Pensar en procesos logísticos que no se vean influenciados de alguna forma por la automatización de procesos, desde el almacén hasta el transporte de mercancías, hoy en día es casi imposible.
Dentro de las innovaciones más importantes en esta materia están el uso de herramientas de colaboración que permiten simplificar el trabajo de los humanos, y mejorar la eficiencia dentro de la logística.
Hoy hablaremos de los robots colaborativos, conocidos también como cobots, que cada vez son más comunes e importantes para los procesos logísticos; tan es así, que de acuerdo con la Federación Internacional de Robótica, el número de cobots activos alcanzó en el mundo alrededor de 3 millones de unidades. Esto es un incremento de 13% cada año desde 2015 a la fecha.
A diferencia de los robots que todos hemos visto en cualquier película de ciencia ficción, se trata de tecnología para trabajar con personas; estos ejemplares, que pueden ser móviles o fijos, se programan para realizar una tarea en específico de forma automática y apoyar a la realización de un trabajo en especial por parte de un operador.
Destacan, por ejemplo, brazos robóticos con ejes articulados, grúas automáticas, vehículos transportadores, entre otros. Estos robots se utilizan generalmente para aquellas tareas que son sumamente repetitivas cuando se realizan de forma manual. Pero también son muy funcionales para aquellos trabajos que, para un humano, suponen un alto riesgo, como el manejo de piezas cortantes o la carga de material pesado.
Y no, no hablamos de tecnología que le va a robar el trabajo a nadie. Al contrario, la característica de los cobots radica en su interacción con los operadores para mejorar la productividad de un área determinada y, si bien suplen algunas tareas mecánicas, ayudan a crear nuevos perfiles operacionales dentro de las empresas.
Forrester, por ejemplo, señala en un estudio que los cobots eliminarán el 16% de los trabajos actuales, pero crearán, a su vez, un 9% de nuevas funciones, para 2025. Más que una competencia, son un aliado de cualquier persona.
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Hablando particularmente de la logística, los cobots tienen diversos usos, desde el almacenamiento hasta la preparación de pedidos. Esta tecnología, por ejemplo, es ideal para aquellos almacenes de gran tamaño y/o centros de distribución en los que se requiere trasladar demasiados productos de un lugar a otro y acomodarlos en diversas zonas del lugar.
Además de ser más rápidos, pueden cargar mercancías más pesadas, incrementando así la agilidad con la que los productos se empacan. Otro proceso es el embalaje de productos, en el que se puede configurar el número de objetos en las cajas en las que se realizará el empaque.
Utilizarlos, desde luego, implica una serie de ventajas para los almacenes. Primero, se reduce de forma significativa el tiempo que las empresas destinan a la preparación de productos para su eventual salida a ruta. Reducen el margen de error y se incrementa la precisión, sin dejar de mencionar el incremento en materia de seguridad.
Los cobots pueden operar sin interrupción y sin mostrar señales de cansancio físico, lo que permite elevar la productividad ya que, además, liberan a los humanos de tareas sumamente desgastantes, maximizando su rendimiento creativo y cognitivo.
Si bien la utilización de los cobots es parte de nuestro presente, se prevé que se siga incrementando de forma importante. Un estudio de Interact Analysis indica que esta tecnología representará el 30% del total del mercado de la robótica hacia 2027.
La colaboración entre humanos y este tipo de máquinas no es el futuro, sino que ya es una realidad en el almacén. Suplir las tareas mecánicas e introducir tecnología que permita hacer más eficientes los procesos es el primer paso para crear nuevos perfiles operativos para el personal, que lejos de cumplir con una función repetitiva todos los días pueda generar valor añadido como especialistas en su área, y sumar en materia de creación de estrategias de envío de mercancías y entregas.
Fuente: T21
Imagen: Pixabay
