Desde enero de 2024 las tarifas que se exigen en las casetas de cobro aumentaron, de acuerdo con la inflación
Con la llegada de la Semana Santa, una época alta de movilidad en Colombia, los ciudadanos que planean viajar por carretera enfrentarán, además del costo de hoteles, gasolina y comida, el ajuste en los costos de los peajes, un cambio impulsado por las nuevas tarifas establecidas según el Decreto 2287 del 29 de diciembre de 2023.
Dicha actualización tarifaria fue supervisada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y marcó un punto significativo en la estructura de costos que incide de manera directa en el bolsillo de los viajeros durante este período festivo.
El ministro de Transporte, William Camargo, explicó a principios de enero la justificación detrás del incremento de las tarifas de peaje, señalando que “el recaudo de los peajes hace parte de las fuentes de ingresos para el pago de inversiones y costos financieros asociados a cada proyecto, además de que permiten cubrir el 100 % del mantenimiento, operación y servicios”.
Es importante destacar, como dice Camargo, que, aunque representan un desembolso para la ciudadanía, “ese valor es proporcional a las oportunidades generadas, a los empleos que llegan a cada territorio y al crecimiento de la región”.
Estas palabras del ministro reflejan un intento por balancear la percepción pública sobre el aumento, lo que resalta así el impacto positivo a largo plazo que estos ingresos podrían tener en términos de desarrollo infraestructural y generación de empleo. Sin embargo, para los colombianos que se alistan para transitar las carreteras del país durante la Semana Santa este incremento en las tarifas podría significar ajustes en sus presupuestos de viaje.
La aplicación del Decreto 2287 a cargo de la Agencia Nacional de Infraestructura y el Ministerio de Transporte responde, según explicaciones oficiales, a la necesidad de asegurar el adecuado mantenimiento y operación de las vías, garantizando así servicios óptimos para los usuarios.
Costo-beneficio
Este balance entre el costo para los usuarios y los beneficios en servicios e infraestructuras se presenta como uno de los grandes desafíos en la gestión de las vías nacionales, especialmente en temporadas de alta movilidad como la Semana Santa, donde el flujo de vehículos experimenta un considerable incremento.
Si bien las nuevas tarifas han sido motivo de debate, el Gobierno sostiene que son un componente vital para la sustentabilidad y mejora continua de la infraestructura vial del país.
De esta manera, el recaudo de los peajes, como indica Camargo, se convierte en una herramienta esencial no solo para el mantenimiento, sino también para la expansión y mejoramiento de las carreteras, facilitando de esta forma el desarrollo económico y la conectividad territorial.
Esta actualización tarifaria, establecida por del Decreto 2287 y supervisada por la ANI, demuestra el complejo equilibrio entre garantizar la sostenibilidad financiera de los proyectos de infraestructura vial y mitigar el impacto económico en los ciudadanos. A medida que los colombianos se preparan para las tradicionales movilizaciones de Semana Santa, el ajuste en las tarifas de peaje se perfila como un factor relevante en la planificación de sus viajes al ser parte importante de las políticas de transporte e infraestructura en la vida cotidiana de la población.
Con la perspectiva de mejorar la infraestructura y servicios viales, el Ministerio de Transporte y la ANI defienden la medida como una inversión en el futuro de la conectividad nacional. A la vez, se comprometen a garantizar que los beneficios derivados de estos ingresos se traduzcan en mejoras tangibles para los usuarios de las carreteras colombianas, asegurando así un balance justo entre el costo y el valor generado para la sociedad.
Los peajes más caros y más baratos
En conclusión, es importante señalar que este ajuste en las tarifas de peaje representa un proceso deactualización económica acorde con la inflación y cambios en el costo de vida reflejados por el IPC. La decisión se tomó para garantizar la sostenibilidad de las infraestructuras viales y su mantenimiento adecuado, elementos cruciales para el desarrollo del transporte y la movilidad en Colombia.
Ante esto, los peajes con tarifas más caras y más baratas para la categoría uno (automóviles, camperos y camionetas) son los siguientes:
Peajes más caros
- Peaje Túnel de Occidente (en la vía Santa Fe – Antioquia):
Tarifa con ajuste: $30.430.
- Peaje Pipiral (en la vía al Meta):
Tarifa con ajuste: $26.470.
- Peaje Túnel de Oriente (en la vía Medellín a Rionegro):
Tarifa con ajuste: $24.660.
- Peaje Circasia (en la Autopista del Café):
Tarifa con ajuste: $19.570.
- Peaje Palmitas (en la vía Medellín – Santa Fe de Antioquia):
Tarifa con ajuste: $18.325.
Peajes más baratos
- Peaje Papiros, (en el Atlántico):
Tarifa con ajuste: $2.716.
- Peaje Turbaco (en Bolívar):
Tarifa con ajuste: $4.977 pesos.
- Peaje Las Flores (en Sucre):
Tarifa con ajuste: $5.769.
- Peaje Los Garzones (en Córdoba):
Tarifa con ajuste: $5.769.
- Peaje Los Garzones II (en Córdoba):
Tarifa con ajuste: $5.769.
- Peaje Yucao (en el Meta):
Tarifa con ajuste: $6.673.
- Peaje Casetabla (en el Meta):
Tarifa con ajuste: $6.673.
- Peaje Brisas (en Cundinamarca):
Tarifa con ajuste: $6.899.
Fuente: Infobae
Imagen: Publimotos
