El sector de transporte de carga en Colombia es vital para el desarrollo económico del país. Actualmente, este sector enfrenta una grave crisis debido al incremento en los precios del ACPM (diésel), lo que ha generado una serie de protestas que ya se extienden por tres días consecutivos. Empresas como Coltanques, Botero Soto, Servientrega y Aida son actores clave en esta industria, que moviliza millones de toneladas de carga por las carreteras nacionales, contribuyendo significativamente al comercio y a la economía.
Las protestas, impulsadas por el alza en el precio del ACPM desde el pasado 31 de agosto, han paralizado diversas rutas en Bogotá y otras regiones, afectando el transporte de mercancías esenciales. Según Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, estas empresas son fundamentales para mantener la cadena de suministro en el país, pero la crisis está poniendo en riesgo su operación y la estabilidad económica de Colombia.
El Ministerio de Transporte reportó que en 2023, 135,9 millones de toneladas de carga fueron transportadas por 2.405 empresas en más de 150,000 vehículos, generando un total de 10.69 millones de manifiestos de carga. Este sector representa una parte crucial de la economía, con un aumento significativo en el transporte de cargas líquidas y sólidas. En el primer semestre de 2024, se movilizaron más de 70,99 millones de toneladas, con un aumento del 17% en comparación con el año anterior.
También le puede interesar: Gobierno de Gustavo Petro adoptará “medidas adecuadas frente a paro de transportadores”
La protesta, sin embargo, no solo afecta a los transportadores, sino también a los ciudadanos y empresas que dependen del flujo constante de mercancías. Productos esenciales como maíz, cemento y combustibles están en riesgo de escasez, afectando tanto a la industria como al consumidor final. El bloqueo de vías como la Avenida Boyacá y la Vía al Llano ha generado caos en la movilidad, empeorando la situación para los habitantes de Bogotá y otras regiones.
Las negociaciones entre el Gobierno y los representantes del transporte de carga no han mostrado avances significativos. A pesar de las reuniones programadas, las partes siguen muy alejadas en cuanto a soluciones viables. Mientras tanto, el país continúa bloqueado, con calles cerradas en diversas localidades de Bogotá y una paralización casi total del sector.
El Gobierno ha intentado contener la situación, pero los transportadores se muestran firmes en su postura. Argumentan que el incremento en el ACPM no solo afecta a sus costos operativos, sino también a los precios finales de los productos, lo que podría generar una inflación mayor en los próximos meses.
También le puede interesar: Un golpe inminente a la estabilidad del transporte y la economía en Colombia
Este conflicto entre transportadores y Gobierno refleja la necesidad de encontrar un equilibrio que garantice tanto la sostenibilidad del sector como el bienestar de los consumidores. La crisis del ACPM no solo pone en jaque a los transportadores, sino a toda la economía del país, que depende de un sistema de transporte eficiente y asequible para mantener el flujo de bienes y servicios.
Con el conflicto aún sin resolverse, el futuro del transporte de carga en Colombia sigue siendo incierto. Las empresas más grandes del sector, aunque poderosas, no son inmunes a los impactos económicos de esta crisis. Si no se llega a una solución pronto, el país podría enfrentar una crisis aún mayor, con escasez de productos y un impacto devastador en la economía nacional.
Fuente: LR
