En medio de una serie de eventos catastróficos que han sacudido la tranquilidad de la región, la vía al Llano se ha convertido en un escenario de desafíos y dificultades que han dejado a los viajeros en un estado de constante incertidumbre. Desde deslizamientos mortales hasta protestas y condiciones climáticas adversas, la principal arteria que conecta Bogotá con Villavicencio ha enfrentado una serie de pruebas que han afectado gravemente la movilidad y la seguridad de los usuarios.
Los problemas comenzaron a acumularse en el kilómetro 58, en Guayabetal, Cundinamarca, donde deslizamientos de tierra bloquearon la vía, forzando su cierre repentino y dejando a los viajeros varados en una situación peligrosa e incómoda. Pero los desafíos no terminaron ahí. El pasado 17 de agosto, un fuerte temblor agitó la región y causó que rocas colapsaran sobre el corredor vial, obligando nuevamente a la interrupción del tráfico.
El descontento de los camioneros y algunas comunidades locales también se hizo sentir, ya que las malas condiciones climáticas y la inestabilidad en la vía provocaron demoras significativas en la apertura de la misma. Ante este panorama caótico, el Ministerio de Transporte se vio obligado a tomar medidas de emergencia para abordar la crisis en la vía al Llano.
A partir del 25 de agosto y hasta la medianoche del domingo 27 de agosto, los vehículos de carga que circulen por esta vía estratégica serán exentos del pago de peajes. Esta medida, que busca aliviar en parte los costos para los transportistas afectados, se acompaña de un plan de contingencia diseñado por el Ministerio. Sin embargo, la incertidumbre aún persiste, ya que no se ha establecido una fecha definitiva para permitir el paso de vehículos particulares.
En el marco del plan de contingencia, se establece una restricción de circulación para vehículos de largo recorrido de transporte de pasajeros, automóviles y motocicletas en las categorías I, II y V, así como para peatones en las zonas afectadas. La seguridad y el bienestar de los viajeros son prioritarios en esta fase inicial.
Desde la Secretaría de Movilidad, se hizo un llamado a la prudencia y la paciencia de los usuarios de la vía. Deyanira Ávila, secretaria de Movilidad, anunció que, debido a preocupaciones de seguridad, no se permitirá la salida de vehículos por la vía al Llano hacia Villavicencio. Además, se implementó un contraflujo en la avenida Boyacá el 24 de agosto para permitir el despeje de vehículos de carga y priorizar el transporte público.
Los conductores de carga fueron exhortados a considerar rutas alternativas, como la ruta de Los Libertadores y la transversal del Sisga, para continuar con sus recorridos hacia los departamentos de Meta y Casanare. La constante amenaza de lluvias y sismos ha complicado enormemente la situación en los últimos días, sumiendo la movilidad en la zona en un caos persistente.
