Carros y motos no logran transitar por las carreteras llenas de lodo y barro.
La Institución Educativa Departamental de Sabanas se está quedando sin estudiantes, por lo difícil que resulta en estos días de lluvias llegar hasta el sitio donde está ubicada en la zona rural del municipio de El Piñón (Magdalena). Este colegio alberga a unos 1.700 alumnos de preescolar, primaria y bachillerato, niños y adolescentes que residen en corregimientos y diferentes veredas del centro del departamento, como Playón de Orozco, San Basilio, Tiogollo, Campo Alegre, Vásquez y Las Pavitas.
Desde julio que reiniciaron las clases, luego de la temporada de vacaciones de mitad de año, la población escolar no ha podido retornar con normalidad. El rector de la IED de Sabanas, Samuel Martínez Montenegro, asegura que está muy preocupado porque cada día hay menos alumnos en las aulas de clases. La razón de la deserción no tiene otra causa que la dificultad y lo peligroso que, en el último mes, se ha convertido para la población educativa desplazarse de los corregimientos, veredas y caseríos donde viven hasta el colegio, según explica el directivo.
“El invierno tiene intransitable todas las vías de acceso al corregimiento donde queda el colegio”, detalla Martínez Montenegro.
La odisea para llegar al colegio
Los niños deben madrugar ahora mucho más para poder asistir puntuales
Los niños deben madrugar ahora mucho más para poder asistir puntuales
El rector cuenta que un trayecto que en motocicleta o cualquier vehículo se hace normalmente en 15 o 20 minutos, actualmente lo realizan hasta en dos horas. “Los niños deben madrugar ahora mucho más para poder asistir puntuales. En ocasiones cuando llueve en la noche ni siquiera logran llegar porque no hay forma de atravesar el lodo y las lagunas que se forma en la carretera”, sostiene el rector. Los estudiantes que tienen toda la intención de dirigirse a recibir sus clases, muchas veces deben meterse al barro para ayudar a empujar y desatollar del bus escolar, la motocicleta o el motocarro en la que se transportan. Cuando no hay otra alternativa, se ven obligados dependiendo de la distancia, a seguir su camino a pie con dirección del plantel educativo o de regreso a sus casas.
Las veces que consiguen superar los múltiples obstáculos que encuentran en una vía destruida por las lluvias y acceden al plantel, los alumnos quedan cansados, cubiertos de barro y desmotivados.
Cerca de 300 niños no están asistiendo a clases
Siempre nos espera alguna dificultad distinta en el camino
La dura travesía que debe afrontar a diario esta comunidad y que ha llevado a 300 niños y adolescentes a desistir de ir a clases, fue conocida por EL TIEMPO. La alumna Sandry Ortiz, que a pesar de esta circunstancia insiste en no dejar de ir a la institución educativa, admite que se siente cansada y desesperada de diariamente afrontar tantos inconvenientes para recibir sus clases. “Es una triste realidad para nosotros que siempre salimos de casa, pero no sabemos si alcanzaremos a llegar al colegio o vamos a regresar bien porque siempre nos espera alguna dificultad distinta en el camino”, señala la joven que cursa décimo grado.
José Alejandro Barrios, otro de los perjudicados, asevera que no se justifica que haya pasado tanto tiempo y no existan soluciones o ayudas de parte del Gobierno a esta comunidad educativa.
“Parece que no existiéramos y que al Estado le diera lo mismo si asistimos o no a clases, o si nos dedicamos a cualquier otra actividad de ocio”, agrega.
Profesores también sufren con las vías
Los problemas no solo son para los estudiantes, también los educadores que viven en zonas aledañas y deben desplazarse por estas vías deterioradas, sufren y exponen sus vidas para cumplir con su labor de enseñanza.
El profesor César Romo, quien vive en el municipio Pivijay, cuenta que debe levantarse a las 4:30 de la madrugada para poder estar a las 6:30 am en el colegio donde trabaja en el corregimiento de Sabanas.
“La moto la tengo toda deteriorada por el estado de la carretera y físicamente también me siento estropeado”, relata el docente.
Romo expresa que si bien, hasta ahora no ha fallado a dictar sus clases, algunos compañeros sí tuvieron que ausentarse por accidentes en la vía o simplemente porque no hubo manera de atravesarla por la cantidad de huecos y barro.
Volverán a la virtualidad
El rector de la Institución Educativa Departamental de Sabanas (Inedsab), consciente de la gravedad de la situación, ya analiza diferentes alternativas para que los estudiantes puedan recibir el servicio de enseñanza en sus lugares de residencia sin tener que sufrir más por el desplazamiento al colegio. “Estamos ultimando detalles para volver a la virtualidad aprovechando la experiencia que nos dejó la pandemia. Asimismo, junto con los profesores diseñamos talleres y guías para enviárselos a los estudiantes y que de esa manera no pierdan más días de clases”, agregó Martínez Montenegro.
Al mismo tiempo, la planta directiva, de profesores y administrativa conformará una comisión que se dirigirá a la Alcaldía de El Piñón, para solicitarle al mandatario local, Jhair Caballero, que se atienda esta grave problemática.
Las obras se dañan con las lluvias
EL TIEMPO consultó a la Alcaldía de El Piñón para conocer si existe un plan de intervención que permita mejorar el estado de las vías terciarias afectadas.
En respuesta, la secretaria de Planeación Darlys Lara, manifestó que sí se han ejecutado trabajos en estos caminos; sin embargo, las lluvias vuelven a desestabilizar el terreno.
“Tenemos maquinaria amarilla de la Gobernación del Magdalena en las áreas afectadas y desde hace 15 días estamos haciendo rellenos con material en los puntos más álgidos. Lamentablemente llueve todos los días y lo que hacemos se daña. No logramos avanzar”, puntualizó la funcionaria.
Esta problemática se replica en varios municipios de la región centro y río del Magdalena. En otros videos que son virales en las redes sociales se ven a grupos de hasta 15 niños subidos en volquetas exponiendo sus vidas para atravesar vías de acceso en el municipio del Cerro de San Antonio.
Fuente: MSN
Imagen: MSN