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Logística, una industria clave que se reinventa para bajar sus costos y la huella de carbono

Industria clave que se reinventa para bajar sus costos

Industria clave que se reinventa para bajar sus costos

La logística hoy enfrenta dos grandes desafíos. El primero es el aumento exponencial de sus costos, y el segundo es poder sumar más elementos que la vuelvan sustentable, pues es una de las industrias que más huella de carbono está generando.

Si nos fijamos en el costo del transporte, éste subió 50% el primer semestre, lo que representa lo mismo que en todo 2021.

“Prácticamente en un semestre hubo la misma variación de costo de transporte que en todo 2021: 50%. Por ejemplo, si el costo de un flete era de $50.000 en diciembre 2020, alcanzó los $75.000 en diciembre de 2021 y llegó a los $112.500 al término de la primera mitad del 2022″, explica Emilio Felcman, director de Estudios Económicos y Costos de Fadeeac.

El índice de Fadeeac con casi 49% de incremento en el semestre, producto del alza de 71% en el combustible, se encuentra, de este modo, varios puntos por encima de la inflación minorista.

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Logística y sustentabilidad

Cada 5 kilómetros recorridos, un auto genera 950 gramos de dióxido de carbono, lo que conforma en parte la huella de carbono de la logística.

“Como primer objetivo debemos seguir midiendo la huella de carbono, ya que es el punto de partida. Ya vamos por el tercer año consecutivo, y a partir de esto activamos distintos planes que nos permitan, por un lado, neutralizar (proyecto carbono nuestro mediante plantación de árboles nativos) y, por el otro, reducir emisiones con cambios tecnológicos que faciliten la utilización de energías alternativas o cambios de combustibles”, explica Gabriel García Polignano, miembro de la comisión directiva de ARLOG y director de oepraciones de CELSUR.

Poder evaluar la huella de carbono ayuda a bajar el impacto ambiental y también a controlar los costos

En este sentido se está moviendo Grupo Traslada, que incluso está ya en proceso de transformarse en Empresa B, es decir, de triple impacto.

“Por nuestra actividad, básicamente un negocio de logística, ya sea trasladando personas u objetos, nos dimos cuenta que teníamos que compensar la huella. Había diferentes maneras de hacerlo para generar el menor impacto posible en el ecosistema en el cual interactuamos, y nos propusimos ser neutrales en carbono. Por un lado, midiendo los viajes que hacíamos y el daño que generaba nuestra actividad”, cuenta Gonzalo Santander, CEO de Grupo Traslada.

Fuente: Yahoo

Imagen: UAD

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