A pesar de una contracción sin precedentes en el transporte marítimo refrigerado durante el año pasado, las tarifas de flete de contenedores refrigerados continúan siendo las líderes en el sector, superando a las de carga seca (dry). Esta tendencia, lejos de ceder, se espera que persista durante los próximos años, según el informe Reefer Shipping Annual Review and Forecast de Drewry.
La esperada normalización del comercio refrigerado y el consiguiente ajuste de las tarifas de flete han demostrado ser un proceso más gradual que en el caso del transporte de contenedores secos. Aunque la demanda se ha ido recuperando de manera constante desde principios de año, las tasas de flete para los contenedores refrigerados continúan liderando el camino, lo que resalta la resiliencia de este sector ante las adversidades.
El año 2022 marcó un hito negativo en el transporte marítimo refrigerado, con una disminución del 1% en el total de carga refrigerada transportada por mar a nivel mundial, cifra que no se veía desde hacía más de dos décadas. Factores como las disrupciones en la cadena de suministro, los incrementos en los costos de insumos y la normalización de la demanda de carga perecedera después de los picos de 2021 contribuyeron a esta caída. Productos esenciales como carne, bananas y verduras frescas se vieron impactados por esta tendencia.
A pesar de este panorama desafiante, el transporte marítimo refrigerado se está recuperando durante 2023, respaldado por la constante demanda de una población global en crecimiento y la revitalización de las economías asiáticas, especialmente la reapertura de China. Este repunte ha impulsado un retorno al crecimiento interanual en rutas clave de contenedores refrigerados y se proyecta que los volúmenes de carga transportados por mar aumenten un 1.5% para fines de 2023. Sin embargo, las proyecciones indican que el sector tendrá un crecimiento del 2.3%, superando rápidamente la demanda de carga de transporte marítimo de contenedores secos.
Las tarifas de flete de contenedores refrigerados han estado experimentando una disminución gradual desde su punto máximo en el tercer trimestre de 2022, aunque a un ritmo más pausado que en el caso de la carga seca. Esto se debe en parte a la mayor prevalencia de contratos anuales en el transporte de contenedores refrigerados, lo cual suavizó la caída en comparación con los contenedores secos. La resiliencia de las rutas comerciales Norte-Sur, que transportan la mayoría de la carga refrigerada, también ha contribuido a esta dinámica.
Aunque se ha registrado una disminución en las tarifas de flete de contenedores refrigerados, estas aún se mantienen un 60% por encima de los niveles previos a la pandemia, mientras que las tarifas de carga seca han alcanzado la paridad. Este desempeño superior de las tarifas de flete de contenedores refrigerados se ha visto impulsado por el aumento constante de la participación de mercado de este tipo de unidades. Aunque la caída en la flota especializada se ha ralentizado en los últimos tiempos debido a la contracción de capacidad del año pasado y a nuevas construcciones de gran tamaño programadas para los próximos años, esta tendencia sigue vigente.