Bogotá logró algo realmente sorprendente al principio de la década pasada. Redujo en 61% las muertes viales: el número de fallecidos bajó de 1,300 en 1996 a 511 en 2006, una impresionante reducción en solo 10 años.
Como lo reportó el profesor Erik Vergel, esta reducción estuvo asociada a una combinación afortunada de acciones: el programa de cultura ciudadana y el cambio del cuerpo de agentes civiles de tránsito (azules) por la Policía Nacional en la primera administración de Antanas Mockus, y las grandes inversiones en infraestructura de movilidad sostenible en las administraciones continuadas de Enrique Peñalosa, Antanas Mockus 2 y Lucho Garzón.
La construcción de las fases 1 y 2 de TransMilenio, más de 350 km de ciclorrutas permanentes y la recuperación de andenes en toda la ciudad, hacen parte de los cambios que resultaron en este notable logro.
El número de fallecidos se redujo 11% de 590 en 2016 a 523 en 2019 (cifras ANSV). Luego, por pandemia, bajó a 402 personas en 2020, y volvió a crecer con la recuperación de actividad a 508 en 2021. Es un número menor al de prepandemia (-3%), pero lejano de la meta de reducción de 5% anual de la administración de Claudia López.
Lea también: Pico y placa en Medellín este 12 de octubre: vea las vías por las que se puede transitar
Este año las cifras son preocupantes. Bogotá es la ciudad de mayor incremento en el número de víctimas fatales en el país: entre enero y agosto tuvimos 65 fallecidos más que en 2021, un crecimiento de 21%. Además del incremento de número de motos y carros que aumenta la exposición al riesgo vial, la razón principal parece recaer en menor control de comportamientos riesgosos, especialmente el exceso de velocidad. Las mediciones de la Universidad Johns Hopkins y la Universidad de los Andes dan cuenta de el fuerte incremento de conducción temeraria.
Mientras en noviembre de 2020 el 14% de todos los vehículos excedían la velocidad, en abril de 2022 la cifra creció a 36%. En el caso de las motos, que son las que más exceden la velocidad y las que aportan el mayor número de muertos, tanto usuarios como peatones atropellados, el exceso de velocidad medido por JHU-Uniandes pasó de 31% a 57%. Seis de cada diez motociclistas ponen en riesgo su vida y la de los demás.